Los tiempos de Dios

Los tiempos de Dios son perfectos y Él sabe cuándo estamos listos para recibir lo que nos ha prometido. A veces Dios permite los procesos de espera porque primero necesita tratar con las motivaciones de nuestro corazón y desarrollar en nosotros el carácter para saber administrar lo que vamos a recibir.

¿Qué es la paciencia? Paciencia es aguantar hasta que suceda algo que esperamos. La Biblia define la paciencia como la habilidad de esperar con buena actitud. En pocas palabras, es la capacidad de esperar con paz, alegría y agradecimiento en el corazón, mientras se manifiesta en nuestras vidas aquello que tanto anhelamos.

El problema es que tenemos la tendencia a juzgar desde nuestra comprensión del tiempo, no desde el tiempo de Dios, el cual no está sujeto a nuestros deseos, sino a sus propósitos. Por esa razón es que normalmente pensamos que Dios está tarde o que seguramente se arrepintió de bendecirnos, y entonces permitimos que nuestro corazón se resienta y se llene con amargura.

Si tú eres una de esas personas cuyo corazón se enfermó de tanto esperar, quiero darte una buena noticia: Dios desea sanarte de la amargura y la desesperanza. Él quiere restaurar tu corazón para que puedas volver a creer y confiar. Él también quiere enseñarte a esperar con buena actitud, para que tu corazón se mantenga saludable mientras Dios te va preparando para recibir las cosas maravillosas que tiene para ti.

La próxima vez que escuches una voz interna diciéndote que Dios se está demorando en cumplir una promesa, recuerda que eso no es verdad. Dios nunca llega tarde. Simplemente estás en un proceso de maduración que toma algún tiempo, pero en el momento indicado, ¡te aseguro que verás el cumplimiento de aquello que tanto anhelas!

Dios nunca llega tarde. Simplemente estás en un proceso de maduración que toma algún tiempo.

Oración:

"Padre yo decido poner mi confianza en Ti. Descanso en el conocimiento de que tus tiempos son perfectos. Me rindo y me someto a tu soberana voluntad. Yo se que Tu eres un Padre bueno y me amas. Amén"

Él sabe cuándo estamos listos para recibir lo que nos ha prometido.