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ZACARÍAS 8:9-17

ZACARÍAS 8:9-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Esto dice el Señor todopoderoso: “Esforzaos, vosotros que en estos días habéis oído las palabras dichas por los profetas, desde el día en que se pusieron los cimientos para la reconstrucción del templo del Señor todopoderoso. Porque hasta estos días no había paga para los hombres ni para las bestias. Y a causa del enemigo, tampoco había paz para los habitantes; y yo había puesto a los unos en contra de los otros. Pero ahora, para los que queden de este pueblo, ya no será como en los primeros días. Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo. Porque la paz estará sembrada entre ellos. Las viñas darán su fruto; la tierra, sus productos; y el cielo, su rocío. Y yo daré todo eso en posesión a los que queden de este pueblo. Y así como vosotros, los de Judá y los de Israel, fuisteis maldición entre las demás naciones, así yo ahora os salvaré y haré que seáis bendición. ¡No tengáis miedo! ¡Esforzaos!” Esto dice el Señor todopoderoso: “Yo había decidido castigar a vuestros antepasados cuando me hicisteis enojar, y mantuve mi decisión. Ahora, en cambio, he decidido hacer bien a Jerusalén y a Judá. Por lo tanto, no tengáis miedo. Esto es lo que siempre debéis hacer: Decid siempre la verdad los unos a los otros, juzgad con justicia y procurad la paz en los tribunales; no os hagáis daño unos a otros ni juréis en falso. Porque yo odio todo eso. Yo, el Señor, lo afirmo.”

ZACARÍAS 8:9-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

»Así dice el SEÑOR Todopoderoso: »“¡Cobrad ánimo, vosotros, los que en estos días habéis escuchado las palabras de los profetas, mientras se echan los cimientos para la reconstrucción del templo del SEÑOR Todopoderoso! Porque antes de estos días ni los hombres recibían su jornal ni los animales su alimento. Por culpa del enemigo tampoco los viajeros tenían seguridad, pues yo puse a la humanidad entera en contra de sus semejantes. Pero ya no trataré al remanente de este pueblo como lo hice en el pasado —afirma el SEÑOR Todopoderoso—. Habrá paz cuando se siembre, y las vides darán su fruto; la tierra producirá sus cosechas y el cielo enviará su rocío. Todo esto se lo daré como herencia al remanente de este pueblo. Judá e Israel, ¡no temáis! Vosotros habéis sido entre las naciones objeto de maldición, pero yo os salvaré, y seréis una bendición. ¡Cobrad ánimo!” »Así dice el SEÑOR Todopoderoso: »“Cuando vuestros antepasados me hicieron enojar, yo decidí destruiros sin ninguna compasión —afirma el SEÑOR Todopoderoso—. Pero ahora he decidido hacerles bien a Jerusalén y a Judá. ¡Así que no tengáis miedo! »”Lo que debéis hacer es hablar verazmente, y juzgar en vuestros tribunales con verdad y justicia. ¡Eso trae la paz! No maquinéis el mal contra vuestro prójimo, ni seáis dados al falso testimonio, porque yo aborrezco todo eso, afirma el SEÑOR”».