ZACARÍAS 5:1-11
ZACARÍAS 5:1-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
De nuevo tuve una visión: Vi un libro que volaba. Me preguntó: —¿Qué ves? Respondí: —Veo un libro que vuela, de unos diez metros de largo por cinco de ancho. Entonces me dijo: —Esta es la maldición que se extiende sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta (según está escrito en un lado del libro) será destruido; y todo aquel que jura falsamente (como está del otro lado del libro) será destruido. Yo la he enviado, dice el Señor de los ejércitos, para que entre en la casa del ladrón y en la casa del que jura falsamente en mi nombre; permanecerá en medio de su casa y la consumirá junto con sus maderas y sus piedras. Salió aquel ángel que hablaba conmigo, y me dijo: —Alza ahora tus ojos y mira eso que aparece. Pregunté: —¿Qué es? Él respondió: —Esto que ves es un recipiente que sirve de medida. Y añadió: —Y representa la maldad de ellos en toda la tierra. Entonces levantaron la tapa de plomo, y una mujer estaba sentada en su interior. Y él dijo: —Esta es la Maldad. Seguidamente la empujó hasta el fondo del recipiente y lo cerró con la tapa de plomo. Tuve de nuevo una visión: Aparecieron dos mujeres que tenían alas como de cigüeña; el viento impulsaba sus alas, y alzaron el recipiente entre la tierra y los cielos. Pregunté al ángel que hablaba conmigo: —¿A dónde llevan el recipiente? Él me respondió: —Le van a edificar una casa en la tierra de Sinar; y cuando esté preparada, lo pondrán sobre su base.
ZACARÍAS 5:1-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Alcé otra vez la vista, ¡y vi ante mí un rollo que volaba! El ángel me preguntó: «¿Qué es lo que ves?» Y yo respondí: «Veo un rollo que vuela, de diez metros de largo por cinco de ancho». Entonces el ángel me dijo: «Esta es la maldición que caerá sobre todo el país. Según lo escrito en el rollo, alcanzará tanto al ladrón como al perjuro. Así que he desencadenado esta maldición para que entre en la casa del ladrón y en la del que jura en falso por mi nombre. Se alojará dentro de su casa y la destruirá, junto con sus vigas y sus piedras, afirma el SEÑOR Todopoderoso». Entonces el ángel que hablaba conmigo salió y me dijo: «Alza la vista y fíjate en esto que ha aparecido». «¿Y qué es?», le pregunté. Y él me contestó: «Es una canasta de veintidós litros. Es la maldad de la gente de todo el país». Se levantó entonces la tapa de plomo, ¡y dentro de esa medida había una mujer sentada! El ángel dijo: «Esta es la maldad», e inmediatamente arrojó a la mujer dentro de la medida, la cual cubrió luego con la tapa de plomo. Alcé la vista, ¡y vi ante mí dos mujeres que salían batiendo sus alas al viento! Tenían alas como de cigüeña, y elevaban la medida por los aires. Yo le pregunté al ángel que hablaba conmigo: «¿A dónde se llevan la medida?» Y él me respondió: «Se la llevan al país de Babilonia, para construirle un templo. Cuando el templo esté listo, colocarán la medida allí, sobre un pedestal».
ZACARÍAS 5:1-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Alcé de nuevo la vista y, al mirar, vi un libro que volaba. El ángel me preguntó: —¿Qué ves? Yo respondí: —Un libro que va volando y que tiene diez metros de largo por cinco de ancho. El ángel me dijo: —Es la maldición que abarca a toda esta tierra, pues por una cara lleva escrito: «ningún ladrón quedará impune»; y por la otra cara: «ningún perjuro quedará impune». Yo le he dado licencia —oráculo del Señor del universo— para que entre en la casa del ladrón y del que jura en falso utilizando mi nombre, y para que se instale allí hasta que todas sus vigas y sus piedras se conviertan en ruinas. El ángel que hablaba conmigo dio un paso adelante y me dijo: —Alza la vista y mira eso que aparece. Yo pregunté: —¿De qué se trata? Me respondió: —Es un recipiente y representa —añadió el ángel— la maldad de todo el país. Levantaron entonces la tapadera que era de plomo y apareció una mujer sentada en el interior del recipiente. El ángel me dijo: —Es la maldad. Seguidamente la empujó hasta el fondo del recipiente al que tapó con la tapadera de plomo. Alcé entonces la vista y vi a dos mujeres que tenían alas como de cigüeña; el viento impulsaba sus alas y levantaron el recipiente entre la tierra y el cielo. Pregunté al ángel que hablaba conmigo: —¿Adónde llevan el recipiente? Me contestó: —Al país de Senaar donde le construirán un santuario y lo colocarán sobre un pedestal.
ZACARÍAS 5:1-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Tuve otra visión. Vi un rollo escrito, que volaba. El ángel me preguntó: “¿Qué ves?” Le contesté: “Veo un rollo escrito, que vuela; mide nueve metros de largo por cuatro metros y medio de ancho.” Me dijo entonces: “Ahí está escrita la maldición que alcanza a todo el país. Según lo escrito por ambos lados, nadie que robe o que jure en falso puede quedar sin castigo. El Señor todopoderoso afirma: ‘Yo envío esta maldición para que entre en la casa del que roba y en la casa del que jura en falso por mi nombre. Y la maldición permanecerá allí hasta que no queden vigas ni piedras.’ ” Luego salió el ángel que hablaba conmigo y me dijo: “¡Fíjate en eso que aparece ahora!” Le pregunté: “¿Qué es eso?” Él me contestó: “Es una medida. Es la medida del pecado de los que viven en el país.” La medida estaba cubierta con una tapa de plomo, que fue levantada; y había una mujer sentada dentro de la medida. Me dijo el ángel: “Esa mujer es la maldad.” La empujó adentro de la medida y la cubrió con la tapa de plomo. Miré otra vez y vi aparecer dos mujeres. Tenían alas, y el viento las impulsaba. Eran alas como de cigüeña, y llevaban la medida por los aires. Pregunté entonces al ángel que hablaba conmigo: “¿A dónde llevan esa medida?” Él me contestó: “Van a construirle un templo en Babilonia. Cuando ese templo esté terminado, la instalarán allí, sobre un pedestal.”