TITO 2:1-6
TITO 2:1-6 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero tú debes enseñar lo que está de acuerdo con la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. Las ancianas asimismo deben portarse con reverencia. Que no sean calumniadoras ni esclavas del vino, sino maestras del bien. Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, puras, cuidadosas de su casa, bondadosas y sumisas a sus maridos, para que nadie pueda hablar mal de la palabra de Dios. Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes.
TITO 2:1-6 La Palabra (versión española) (BLP)
Por tu parte, enseña en conformidad con la auténtica doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios y prudentes; que vivan con autenticidad la fe, la paciencia y el amor. Y las ancianas lo mismo: que se comporten como corresponde a creyentes; que no sean calumniadoras ni esclavas del vino, sino maestras de bondad. Enseñarán así a las jóvenes a ser esposas y madres amantes, a ser sensatas y castas, a cuidar con esmero de su casa, a ser bondadosas y respetuosas con sus maridos para que nadie pueda hablar mal de la palabra de Dios. Exhorta igualmente a los jóvenes a ser equilibrados
TITO 2:1-6 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Tus palabras deben estar siempre de acuerdo con la sana enseñanza. Los ancianos han de ser serios, respetables y de buen juicio; sanos en su fe, en su amor y en su fortaleza para soportar el sufrimiento. Igualmente, las ancianas han de portarse con reverencia y no ser chismosas ni esclavas del mucho vino. Deben dar buen ejemplo y enseñar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, a ser juiciosas, puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sujetas a sus esposos, para que nadie pueda hablar mal del mensaje de Dios. Anima igualmente a los jóvenes a ser juiciosos
TITO 2:1-6 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Tú, en cambio, predica lo que está de acuerdo con la sana doctrina. A los ancianos, enséñalos que sean moderados, respetables, sensatos, e íntegros en la fe, en el amor y en la constancia. A las ancianas, enséñalas que sean reverentes en su conducta, y no calumniadoras ni adictas al mucho vino. Deben enseñar lo bueno y aconsejar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, a ser sensatas y puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios. A los jóvenes, exhórtalos a ser sensatos.