TITO 1:2-7
TITO 1:2-7 Reina Valera 2020 (RV2020)
en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos, y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios, nuestro Salvador. A Tito, verdadero hijo en la fe que compartimos: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo, nuestro Salvador. La razón por la que te dejé en Creta fue para que corrigieras lo deficiente y establecieras ancianos en cada ciudad, según las instrucciones que te di. El anciano debe ser irreprochable, marido de una sola mujer, y que tenga hijos creyentes que no estén acusados de mala conducta ni de rebeldía. Es necesario que el obispo sea irreprochable, como administrador de la casa de Dios. No debe ser soberbio, ni iracundo, ni bebedor, ni pendenciero, ni codicioso de ganancias deshonestas.
TITO 1:2-7 La Palabra (versión española) (BLP)
y se apoya en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, prometió esa vida desde la eternidad, y ahora, en el tiempo prefijado, ha hecho pública su palabra confiándome la misión de proclamarla según el mandato de Dios, nuestro Salvador. A Tito, verdadero hijo mío en una fe compartida, gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador. La razón por la que te dejé en Creta fue para que terminases de organizar los asuntos pendientes y para que nombraras presbíteros en cada ciudad, de acuerdo con las instrucciones que te di. El elegido ha de ser irreprochable, marido de una sola mujer; sus hijos, si los tiene, deben ser creyentes sin que puedan ser acusados de libertinos o rebeldes. Es preciso, en efecto, que el obispo, en cuanto encargado de administrar la casa de Dios, sea irreprochable. No ha de ser arrogante, ni colérico, ni aficionado al vino, ni pendenciero, ni amigo de negocios sucios.
TITO 1:2-7 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
que está basada en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, prometió esta vida desde antes que el mundo existiera; y ahora, a su debido tiempo, nos ha dado a conocer su mensaje por medio de la predicación que me ha sido confiada por mandato de Dios nuestro Salvador. A Tito, verdadero hijo mío en esta fe que los dos tenemos, deseando que Dios nuestro Padre y Cristo Jesús nuestro Salvador derramen su gracia y su paz sobre ti. Cuando te dejé en la isla de Creta, lo hice para que arreglases lo que quedaba por arreglar, y para que en cada pueblo nombrases ancianos de la iglesia, de acuerdo con lo que te encargué. El anciano ha de ser irreprensible, esposo de una sola mujer. Sus hijos deben ser creyentes y no estar acusados de mala conducta o de rebeldía. En cuanto al obispo, como administrador de las cosas de Dios, es necesario que lleve una vida recta. No debe ser terco ni de mal genio; no debe ser borracho ni amigo de peleas, ni ha de anhelar ganancias deshonestas.
TITO 1:2-7 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Nuestra esperanza es la vida eterna, la cual Dios, que no miente, ya había prometido antes de la creación. Ahora, a su debido tiempo, él ha cumplido esta promesa mediante la predicación que se me ha confiado por orden de Dios nuestro Salvador. A Tito, mi verdadero hijo en esta fe que compartimos: Que Dios el Padre y Cristo Jesús nuestro Salvador te concedan gracia y paz. Te dejé en Creta para que pusieras en orden lo que quedaba por hacer y en cada pueblo nombraras ancianos de la iglesia, de acuerdo con las instrucciones que te di. El anciano debe ser intachable, esposo de una sola mujer; sus hijos deben ser creyentes, libres de sospecha de libertinaje o de desobediencia. El obispo tiene a su cargo la obra de Dios, y por lo tanto debe ser intachable: no arrogante, ni iracundo, ni borracho, ni violento, ni codicioso de ganancias mal habidas.