TITO 1:1-4
TITO 1:1-4 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, para conducir a los elegidos de Dios a la fe y al conocimiento de la verdad que se manifiesta en la piedad, en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos, y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios, nuestro Salvador. A Tito, verdadero hijo en la fe que compartimos: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo, nuestro Salvador.
TITO 1:1-4 La Palabra (versión española) (BLP)
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo para conducir a los elegidos de Dios a la fe y al conocimiento de la verdad que se manifiesta en un culto viviente y se apoya en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, prometió esa vida desde la eternidad, y ahora, en el tiempo prefijado, ha hecho pública su palabra confiándome la misión de proclamarla según el mandato de Dios, nuestro Salvador. A Tito, verdadero hijo mío en una fe compartida, gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.
TITO 1:1-4 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, enviado por él para traer a la fe a los que Dios ha escogido, para que conozcan la verdad de nuestra religión, que está basada en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, prometió esta vida desde antes que el mundo existiera; y ahora, a su debido tiempo, nos ha dado a conocer su mensaje por medio de la predicación que me ha sido confiada por mandato de Dios nuestro Salvador. A Tito, verdadero hijo mío en esta fe que los dos tenemos, deseando que Dios nuestro Padre y Cristo Jesús nuestro Salvador derramen su gracia y su paz sobre ti.
TITO 1:1-4 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, llamado para que, mediante la fe, los elegidos de Dios lleguen a conocer la verdadera religión. Nuestra esperanza es la vida eterna, la cual Dios, que no miente, ya había prometido antes de la creación. Ahora, a su debido tiempo, él ha cumplido esta promesa mediante la predicación que se me ha confiado por orden de Dios nuestro Salvador. A Tito, mi verdadero hijo en esta fe que compartimos