CANTARES 6:4-10
CANTARES 6:4-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Amada mía, eres bella como Tirsa, deseable como Jerusalén, imponente como ejércitos en orden de batalla. ¡Aparta tus ojos de mí, pues me subyugan! Tu cabello es como manada de cabras que bajan retozando las laderas de Galaad. Tus dientes, como manada de ovejas que suben del baño, ninguna estéril, todas con crías gemelas. Tus mejillas, como gajos de granada detrás de tu velo. Sesenta son las reinas, ochenta las concubinas, e incontables las doncellas; mas única y perfecta es la paloma mía, la única de su madre, la escogida de quien la dio a luz. Las jóvenes la vieron y la llamaron «dichosa»; la alabaron las reinas y las concubinas. «¿Quién es esta, que se muestra como el alba, hermosa como la luna, radiante como el sol, imponente como ejércitos en orden de batalla?».
CANTARES 6:4-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Eres bella, amiga mía, como Tirsá, atractiva como Jerusalén, imponente como nube de banderas. ¡Aparta de mí tus ojos, que me torturan! Tu pelo es rebaño de cabras que se descuelga del monte Galaad; tus dientes, un rebaño de ovejas recién salido del baño; cada oveja con mellizos, no hay ni una estéril; dos mitades de granada tus mejillas tras tu velo. Aunque hay sesenta reinas, ochenta concubinas e incontables doncellas, única es mi paloma sin defecto, única para su madre, favorita de la que la parió. Al verla, muchachas la felicitan, reinas y concubinas la ensalzan. ¿Quién es esa que surge como el alba, bella como la luna, radiante como el sol, e imponente como ejército con las banderas desplegadas?
CANTARES 6:4-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Tú, amor mío, eres hermosa y encantadora como las ciudades de Tirsá y Jerusalén; irresistible como un ejército en marcha. ¡Deja ya de mirarme, pues tus ojos me han vencido! Tus cabellos son como cabritos que retozan por los montes de Galaad. Tus dientes, todos perfectos, son un rebaño de ovejas recién salidas del baño y listas para la trasquila. Tus mejillas son dos gajos de granada escondidos tras tu velo. Sesenta son las reinas, ochenta las concubinas y muchísimas las doncellas, pero mi palomita virginal es una sola; una sola es la hija preferida de la mujer que la dio a luz. Al verla, las jóvenes la felicitan; reinas y concubinas la alaban. ¿Quién es esta que se asoma como el sol en la mañana? Es hermosa como la luna, radiante como el sol, ¡irresistible como un ejército en marcha!
CANTARES 6:4-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Tú, amada mía, eres bella como Tirsá, encantadora como Jerusalén, majestuosa como las estrellas del cielo. Aparta de mí la mirada, que tus ojos me tienen fascinado. Tus cabellos son como los rebaños de cabras que retozan en Galaad. Tus dientes son como rebaños de cabritas recién salidas del baño. Cada una de ellas tiene su pareja, ninguna de ellas va sola. Tus mejillas, tras el velo, parecen dos mitades de granadas. Pueden ser sesenta las reinas, ochenta las concubinas e innumerables las vírgenes, pero una sola es mi palomita preciosa, la hija consentida de su madre, la favorita de quien le dio la vida. Las mujeres la ven y la bendicen; las reinas y las concubinas la alaban. ¿Quién es esta, admirable como la aurora? ¡Es bella como la luna, radiante como el sol, majestuosa como las estrellas del cielo!