CANTARES 1:1-11
CANTARES 1:1-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
El «Cantar de los cantares», de Salomón. ¡Ah, si me besaras con besos de tu boca!, porque mejores son tus amores que el vino. Delicioso es el aroma de tus perfumes, y tu nombre, perfume derramado. ¡Por eso las jóvenes te aman! ¡Llévame detrás de ti!… ¡Corramos!… ¡El rey me ha llevado a sus aposentos! Nos gozaremos y alegraremos contigo, nos acordaremos de tus amores más que del vino. ¡Con razón te aman! Morena soy, hijas de Jerusalén, pero hermosa como las tiendas de Cedar, como las cortinas de Salomón. No reparéis en que soy morena, pues el sol me ha mirado. Los hijos de mi madre se enojaron contra mí; me pusieron a cuidar las viñas, mas mi viña, que era mía, no guardé. Dime tú, amado de mi alma, ¿dónde apacientas tu rebaño?, ¿dónde descansas al mediodía? ¿Por qué he de andar como errante junto a los rebaños de tus compañeros? Si no lo sabes, hermosa entre las mujeres, sigue las huellas del rebaño, y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores. A la yegua del carro de Faraón te he comparado, amada mía. ¡Qué hermosas son tus mejillas entre los pendientes y tu cuello entre los collares! Pendientes de oro te haremos, con incrustaciones de plata.
CANTARES 1:1-11 La Palabra (versión española) (BLP)
El cantar sublime, de Salomón. ¡Que me bese con besos de su boca! Son mejores que el vino tus amores, el olor de tu perfume es exquisito, tu nombre es esencia penetrante, ¡por eso te aman las muchachas! Condúceme detrás de ti y corramos: ¡llévame, rey, a tu alcoba! Disfrutemos y gocemos los dos juntos, saboreando más que el vino tus amores. ¡Con razón ellas te aman! Soy morena, pero hermosa, muchachas de Jerusalén, como tiendas de Quedar, como lonas de Salmá. No miréis que estoy morena: es que me ha quemado el sol. Los hijos de mi madre, enfadados conmigo, me encargaron de las viñas ¡y no pude cuidar mi propia viña! Dime tú, amor de mi vida, dónde pastoreas, dónde sesteas al mediodía, para que no ande yo sin rumbo tras los rebaños de tus compañeros. Si no lo sabes tú, hermosa entre las mujeres, sigue las huellas del rebaño y lleva a pastar tus cabritillas por las cabañas de los pastores. Amor mío, eres como la yegua de la carroza del faraón. ¡Qué hermosas tus mejillas resaltando entre pendientes, y tu cuello con collares! Te haremos pendientes de oro engastados en plata.
CANTARES 1:1-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El más hermoso de los poemas de Salomón. ¡Dame un beso de tus labios! Más dulces que el vino son tus caricias y deliciosos al olfato tus perfumes. Tu nombre es perfume derramado, y por eso te aman las mujeres. ¡Llévame pronto contigo! ¡Llévame, oh rey, a tus habitaciones! Contigo estaremos muy alegres; evocaremos tus caricias más que el vino. ¡Con razón te aman las mujeres! Mujeres de Jerusalén, soy morena, pero hermosa; morena como los campamentos de Quedar, hermosa como las cortinas de Salomón. No miréis que soy morena, ni que el sol me ha quemado la piel. Mis hermanos se enojaron conmigo y me pusieron a cuidar las viñas, ¡y mi propia viña descuidé! Dime, amor de mi vida, ¿dónde apacientas tus rebaños?, ¿dónde los llevas a descansar al mediodía? ¿Por qué he de andar como una vagabunda, junto a los rebaños de tus compañeros? Si no lo sabes tú, hermosa entre las hermosas, sigue las pisadas del rebaño y apacienta tus cabritos junto a las chozas de los pastores. Tú eres para mí, amor mío, cual fina yegua del carro del faraón. ¡Qué hermosas son tus mejillas entre los pendientes! ¡Qué hermoso es tu cuello entre los collares de perlas! ¡Te haremos pendientes de oro con incrustaciones de plata!
CANTARES 1:1-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cantar de los cantares de Salomón. Ah, si me besaras con los besos de tu boca… ¡grato en verdad es tu amor, más que el vino! Grata es también de tus perfumes la fragancia; tú mismo eres bálsamo fragante. ¡Con razón te aman las doncellas! ¡Hazme del todo tuya! ¡Date prisa! ¡Llévame, oh rey, a tu alcoba! Regocijémonos y deleitémonos juntos, celebraremos tus caricias más que el vino. ¡Sobran las razones para amarte! Morena soy, pero hermosa, hijas de Jerusalén; morena como las tiendas de Cedar, hermosa como los tapices de Salmá. No os fijéis en mi tez morena, ni en que el sol me bronceó la piel. Mis hermanos se enfadaron contra mí, y me obligaron a cuidar las viñas; ¡y mi propia viña descuidé! Cuéntame, amor de mi vida, ¿dónde apacientas tus rebaños?, ¿dónde a la hora de la siesta los haces reposar? ¿Por qué he de andar vagando entre los rebaños de tus amigos? Si no lo sabes, bella entre las bellas, ve tras la huella del rebaño y apacienta a tus cabritos junto a las moradas de los pastores. Tú y tus adornos, amada mía, me recordáis a las yeguas enjaezadas de los carros del faraón. ¡Qué hermosas lucen tus mejillas entre los pendientes! ¡Qué hermoso luce tu cuello entre los collares! ¡Haremos para ti pendientes de oro con incrustaciones de plata!