RUT 2:15-17
RUT 2:15-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando se levantó para continuar su trabajo, Booz ordenó a sus criados: —Que recoja también espigas entre las gavillas, y no la molestéis; dejaréis también caer para ella algo de los manojos; dejadlo para que lo recoja, y no la reprendáis. Rut estuvo espigando en aquel campo hasta la noche, y cuando desgranó lo que había recogido sacó un total de veinte kilos de cebada.
RUT 2:15-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando se levantó para continuar su trabajo, Booz ordenó a sus criados: —Que recoja también espigas entre las gavillas, y no la molestéis; dejaréis también caer para ella algo de los manojos; dejadlo para que lo recoja, y no la reprendáis. Rut estuvo espigando en aquel campo hasta la noche, y cuando desgranó lo que había recogido sacó un total de veinte kilos de cebada.
RUT 2:15-17 La Palabra (versión española) (BLP)
Luego se puso a espigar. Entonces Boaz ordenó a sus criados: —Dejadla que espigue también entre las gavillas y no la molestéis. Podéis incluso tirar espigas de los manojos y se las dejáis para que las recoja, sin reprenderla. Rut estuvo espigando en aquel campo hasta el atardecer. Luego desgranó lo que había recogido y sacó un total de veintidós kilos de cebada.
RUT 2:15-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Luego, cuando fue otra vez a recoger espigas, Booz ordenó a sus criados: –Dejad que también recoja espigas entre los manojos de cebada. No se lo impidáis. Y aun dejad caer algunas espigas de vuestros propios manojos, para que ella las recoja. ¡Que nadie la moleste! Rut recogió espigas en el campo de Booz hasta que llegó la noche. Y lo recogido por ella dio, al desgranarlo, más de veinte kilos de cebada.
RUT 2:15-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Después, cuando ella se levantó a recoger espigas, él dio estas órdenes a sus criados: ―Aun cuando saque espigas de las gavillas mismas, no la hagáis pasar vergüenza. Más bien, dejad caer algunas espigas de los manojos para que ella las recoja, ¡y no la reprendáis! Así que Rut recogió espigas en el campo hasta el atardecer. Luego desgranó la cebada que había recogido, la cual pesó más de veinte kilos.