RUT 2:13-19
RUT 2:13-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Ella le contestó: –Eres muy amable conmigo, y tus palabras me llenan de aliento. Me has hablado con cariño, aunque yo ni siquiera soy como una de tus criadas. A la hora de comer, Booz llamó a Rut y le dijo: –Ven acá, toma un pedazo de pan y mójalo en esta salsa de vinagre. Rut se sentó junto a los segadores, y Booz le dio grano tostado. Ella comió hasta quedar satisfecha, y todavía le sobró. Luego, cuando fue otra vez a recoger espigas, Booz ordenó a sus criados: –Dejad que también recoja espigas entre los manojos de cebada. No se lo impidáis. Y aun dejad caer algunas espigas de vuestros propios manojos, para que ella las recoja. ¡Que nadie la moleste! Rut recogió espigas en el campo de Booz hasta que llegó la noche. Y lo recogido por ella dio, al desgranarlo, más de veinte kilos de cebada. Regresó entonces a la ciudad, cargada con el grano, y fue a mostrárselo a su suegra. Después sacó lo que le había sobrado de la comida y se lo dio a Noemí. –¿Dónde trabajaste hoy? –le preguntó Noemí–. ¿Dónde recogiste tantas espigas? ¡Bendito sea el que te ha ayudado de esa manera! Rut contó a su suegra con quién había estado trabajando. –El hombre con quien he trabajado se llama Booz –le dijo.
RUT 2:13-19 Reina Valera 2020 (RV2020)
Ella le dijo: —Señor mío, me has mostrado tu favor y me has consolado; has hablado al corazón de tu sierva, aunque no puedo compararme a ninguna de tus criadas. A la hora de comer, Booz le dijo: —Ven aquí, come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Se sentó ella junto a los segadores, y él le dio del guiso; comió hasta quedar satisfecha, y aun sobró. Cuando se levantó para continuar su trabajo, Booz ordenó a sus criados: —Que recoja también espigas entre las gavillas, y no la molestéis; dejaréis también caer para ella algo de los manojos; dejadlo para que lo recoja, y no la reprendáis. Rut estuvo espigando en aquel campo hasta la noche, y cuando desgranó lo que había recogido sacó un total de veinte kilos de cebada. Lo tomó y se fue a la ciudad, y su suegra vio lo que había espigado. Sacó también las sobras de la comida y se las dio. Su suegra le preguntó: —¿Dónde has espigado hoy? ¿Dónde has trabajado? ¡Bendito sea el que te ha favorecido! Ella contó a su suegra con quién había trabajado, y añadió: —El hombre con quien he trabajado hoy se llama Booz.
RUT 2:13-19 La Palabra (versión española) (BLP)
Ella le dijo: —Te estoy muy agradecida, señor, porque me has reconfortado y me has hablado cordialmente, aunque no puedo compararme a ninguna de tus criadas. A la hora de comer, Boaz le dijo: —Ven aquí, toma un trozo de pan y mójalo en la vinagreta. Rut se sentó junto a los segadores y Boaz le ofreció grano tostado. Ella comió hasta hartarse y aún le sobró. Luego se puso a espigar. Entonces Boaz ordenó a sus criados: —Dejadla que espigue también entre las gavillas y no la molestéis. Podéis incluso tirar espigas de los manojos y se las dejáis para que las recoja, sin reprenderla. Rut estuvo espigando en aquel campo hasta el atardecer. Luego desgranó lo que había recogido y sacó un total de veintidós kilos de cebada. Se lo cargó, regresó a la ciudad y enseñó a su suegra lo que había espigado. Sacó también las sobras de la comida y se las dio. Su suegra le preguntó: —¿Dónde has espigado hoy? ¿Con quién has trabajado? ¡Bendito sea el que te ha tratado así! Rut le contó a su suegra con quién había estado trabajando y le dijo: —El hombre con el que he estado trabajando hoy se llama Boaz.
RUT 2:13-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Ella le contestó: –Eres muy amable conmigo, y tus palabras me llenan de aliento. Me has hablado con cariño, aunque yo ni siquiera soy como una de tus criadas. A la hora de comer, Booz llamó a Rut y le dijo: –Ven acá, toma un pedazo de pan y mójalo en esta salsa de vinagre. Rut se sentó junto a los segadores, y Booz le dio grano tostado. Ella comió hasta quedar satisfecha, y todavía le sobró. Luego, cuando fue otra vez a recoger espigas, Booz ordenó a sus criados: –Dejad que también recoja espigas entre los manojos de cebada. No se lo impidáis. Y aun dejad caer algunas espigas de vuestros propios manojos, para que ella las recoja. ¡Que nadie la moleste! Rut recogió espigas en el campo de Booz hasta que llegó la noche. Y lo recogido por ella dio, al desgranarlo, más de veinte kilos de cebada. Regresó entonces a la ciudad, cargada con el grano, y fue a mostrárselo a su suegra. Después sacó lo que le había sobrado de la comida y se lo dio a Noemí. –¿Dónde trabajaste hoy? –le preguntó Noemí–. ¿Dónde recogiste tantas espigas? ¡Bendito sea el que te ha ayudado de esa manera! Rut contó a su suegra con quién había estado trabajando. –El hombre con quien he trabajado se llama Booz –le dijo.
RUT 2:13-19 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
―¡Ojalá siga yo siendo de tu agrado, mi señor! —contestó ella—. Tú me has consolado y me has hablado con cariño, aunque ni siquiera soy como una de tus siervas. A la hora de comer, Booz le dijo: ―Ven acá. Sírvete pan y moja tu bocado en el vinagre. Cuando Rut se sentó con los segadores, Booz le ofreció grano tostado. Ella comió, quedó satisfecha, y hasta le sobró. Después, cuando ella se levantó a recoger espigas, él dio estas órdenes a sus criados: ―Aun cuando saque espigas de las gavillas mismas, no la hagáis pasar vergüenza. Más bien, dejad caer algunas espigas de los manojos para que ella las recoja, ¡y no la reprendáis! Así que Rut recogió espigas en el campo hasta el atardecer. Luego desgranó la cebada que había recogido, la cual pesó más de veinte kilos. La cargó de vuelta al pueblo, y su suegra vio cuánto traía. Además, Rut le entregó a su suegra lo que le había quedado después de haber comido hasta quedar satisfecha. Su suegra le preguntó: ―¿Dónde recogiste espigas hoy? ¿Dónde trabajaste? ¡Bendito sea el hombre que se fijó en ti! Entonces Rut le contó a su suegra acerca del hombre con quien había estado trabajando. Le dijo: ―El hombre con quien hoy trabajé se llama Booz.