ROMANOS 9:1-5
ROMANOS 9:1-5 La Palabra (versión española) (BLP)
¡Cristo es testigo de que digo la verdad! Mi conciencia, bajo la guía del Espíritu Santo, me asegura que no miento. Me agobia la tristeza, y un profundo dolor me tortura sin cesar el corazón. Con gusto aceptaría convertirme en objeto de maldición, separado incluso de Cristo, si eso contribuye al bien de mis hermanos, los que son de mi pueblo. Son descendientes de Israel; Dios los ha adoptado como hijos y se ha hecho gloriosamente presente en medio de ellos. Les pertenecen la alianza, la ley, el culto y las promesas; son suyos los patriarcas y de ellos, en cuanto hombre, procede Cristo, que es Dios sobre todas las cosas, bendito por siempre. Amén.
ROMANOS 9:1-5 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Como creyente que soy en Cristo, digo la verdad, no miento. Además, mi conciencia, guiada por el Espíritu Santo, me asegura que esto es verdad: siento una gran tristeza y en mi corazón tengo un dolor continuo, y hasta querría estar yo mismo bajo maldición, separado de Cristo, si así pudiera favorecer a mis hermanos, los de mi propia raza. Son descendientes de Israel y Dios los adoptó como hijos. Dios estuvo entre ellos con su presencia gloriosa y les dio los pactos, la ley de Moisés, el culto y las promesas. Son descendientes de nuestros antepasados; y de su raza, en cuanto a lo humano, vino el Mesías, el cual es Dios sobre todas las cosas, alabado por siempre. Amén.
ROMANOS 9:1-5 Reina Valera 2020 (RV2020)
Digo la verdad en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo. Tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque yo mismo desearía ser separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes en la carne, que son los israelitas. De ellos son la adopción y la gloria, el pacto y la promulgación de la ley, el culto y las promesas. De ellos son los antepasados de los que, según su condición humana, vino Cristo quien es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
ROMANOS 9:1-5 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Digo la verdad en Cristo; no miento. Mi conciencia me lo confirma en el Espíritu Santo. Me invade una gran tristeza y me embarga un continuo dolor. Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mis hermanos, los de mi propia raza, el pueblo de Israel. De ellos son la adopción como hijos, la gloria divina, los pactos, la ley, el privilegio de adorar a Dios y el de contar con sus promesas. De ellos son los patriarcas, y de ellos, según la naturaleza humana, nació Cristo, quien es Dios sobre todas las cosas. ¡Alabado sea por siempre! Amén.