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ROMANOS 16:1-16

ROMANOS 16:1-16 Reina Valera 2020 (RV2020)

Os recomiendo, además, a nuestra hermana Febe, que está en el servicio de la iglesia que está en Cencrea. Recibidla en el Señor, como corresponde entre creyentes, y ayudadla en cualquier cosa en que necesite de vosotros, porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo. Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que arriesgaron su vida por mí. Tanto yo como todas las iglesias de los gentiles os damos las gracias. Saludad también a la iglesia que se reúne en su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo. Saludad a María, que ha trabajado mucho por vosotros. Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y compañeros de prisiones. Ellos son muy estimados entre los apóstoles, y además creyeron en Cristo antes que yo. Saludad a Amplias, amado mío en el Señor. Saludad a Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío. Saludad a Apeles, que ha demostrado su fidelidad a Cristo. Saludad a los de la familia de Aristóbulo. Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los de la familia de Narciso, los cuales creen en el Señor. Saludad a Trifena y a Trifosa, que trabajan en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, que tanto ha trabajado en el Señor. Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre, que lo es también mía. Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que están con ellos. Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los creyentes que están con ellos. Saludaos los unos a los otros con un beso santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.

ROMANOS 16:1-16 La Palabra (versión española) (BLP)

Os recomiendo a nuestra hermana Febe, que está al servicio de la iglesia de Cencreas. Acogedla en el nombre del Señor, como debe hacerse entre creyentes, y atendedla en todo cuanto necesite de vosotros, pues también ella se ha desvelado por ayudar a muchos, entre ellos, a mí mismo. Saludos para Prisca y Aquila que han colaborado conmigo en Cristo Jesús y se jugaron la vida por salvar la mía. Y no solo yo tengo que agradecérselo, sino todas las iglesias de origen pagano. Saludos igualmente para la iglesia que se reúne en su casa. Saludos para mi querido amigo Epéneto, el primer cristiano de la provincia de Asia. Saludad a María que tanto se ha fatigado por vosotros. Saludad a Andrónico y a Junia, paisanos míos y compañeros de prisión. Gozan de gran estima entre los apóstoles, e incluso creyeron en Cristo antes que yo. Saludad a Ampliato, mi querido amigo en el Señor; a Urbano, que ha sido nuestro colaborador en Cristo; a mi buen amigo Estaquis. Saludad a Apeles, que ha dado sobradas pruebas de fidelidad a Cristo, y también a los de la casa de Aristóbulo. Saludos para mi paisano Herodión y para los creyentes de la casa de Narciso; saludos para Trifena y Trifosa que trabajan con afán por el Señor; saludos para Pérsida, la hermana tan querida que tanto se ha fatigado por servir al Señor. Saludad a Rufo, escogido del Señor, y a su madre, que es como si fuera mía. Saludad a Asíncrito, a Flegón, a Hermes, a Patrobas, a Hermas y a los hermanos que están con ellos. Saludad a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpo y a los creyentes que están con ellos. Saludaos, en fin, unos a otros con un beso fraterno. Os saludan, por su parte, todas las iglesias de Cristo.

ROMANOS 16:1-16 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Os recomiendo a nuestra hermana Febe, que es diaconisa de la iglesia de Cencreas. Recibidla bien en el nombre del Señor, como se debe hacer entre los hermanos en la fe, y ayudadla en todo lo que necesite, porque ha ayudado a muchos y también a mí. Saludad a Prisca y Áquila, mis compañeros de trabajo en el servicio de Cristo Jesús. A ellos, que pusieron en peligro su propia vida por salvar la mía, no solo yo les doy gracias, sino también todos los hermanos de las iglesias no judías. Igualmente, saludad a los hermanos que se reúnen en casa de Prisca y Áquila. Saludad a mi querido amigo Epéneto, que fue el primer creyente en Cristo en la provincia de Asia. Saludad a María, que tanto ha trabajado entre vosotros. Saludad a mis paisanos Andrónico y Junias, que fueron mis compañeros de cárcel; se han distinguido entre los apóstoles y creyeron en Cristo antes que yo. Saludad a Ampliato, mi querido amigo en el Señor. Saludad a Urbano, nuestro compañero de trabajo en Cristo, y a mi querido Estaquis. Saludad a Apeles, que ha dado pruebas de su fe en Cristo; y también a los de la familia de Aristóbulo. Saludad a mi paisano Herodión, y a los de la familia de Narciso que creen en el Señor. Saludad a Trifena y Trifosa, que trabajan en la obra del Señor; y también a nuestra querida hermana Pérsida, que tanto ha trabajado en la obra del Señor. Saludad a Rufo, distinguido creyente en el Señor, y a su madre, que ha sido también como una madre para mí. Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermes, a Patrobas, a Hermas y a los hermanos que están con ellos. Saludad también a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los hermanos en la fe que están con ellos. Saludaos los unos a los otros con un beso santo. Todas las iglesias de Cristo os mandan saludos.

ROMANOS 16:1-16 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Os recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia de Cencreas. Os pido que la recibáis dignamente en el Señor, como conviene hacerlo entre hermanos en la fe; prestadle toda la ayuda que necesite, porque ella ha ayudado a muchas personas, entre las que me cuento yo. Saludad a Priscila y a Aquila, mis compañeros de trabajo en Cristo Jesús. Por salvarme la vida, ellos arriesgaron la suya. Tanto yo como todas las iglesias de los gentiles les estamos agradecidos. Saludad igualmente a la iglesia que se reúne en su casa. Saludad a mi querido hermano Epeneto, el primer convertido a Cristo en la provincia de Asia. Saludad a María, que tanto ha trabajado por vosotros. Saludad a Andrónico y a Junías, mis parientes y compañeros de cárcel, destacados entre los apóstoles y convertidos a Cristo antes que yo. Saludad a Amplias, mi querido hermano en el Señor. Saludad a Urbano, nuestro compañero de trabajo en Cristo, y a mi querido hermano Estaquis. Saludad a Apeles, que ha dado tantas pruebas de su fe en Cristo. Saludad a los de la familia de Aristóbulo. Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los de la familia de Narciso, fieles en el Señor. Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales se esfuerzan trabajando por el Señor. Saludad a mi querida hermana Pérsida, que ha trabajado muchísimo en el Señor. Saludad a Rufo, distinguido creyente, y a su madre, que ha sido también como una madre para mí. Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermes, a Patrobas, a Hermas y a los hermanos que están con ellos. Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los hermanos que están con ellos. Saludaos unos a otros con un beso santo. Todas las iglesias de Cristo os mandan saludos.