ROMANOS 12:4-16
ROMANOS 12:4-16 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros sirven para lo mismo, así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y estamos unidos unos a otros como miembros de un mismo cuerpo. Dios nos ha concedido diferentes dones, conforme a lo que quiso conceder a cada uno. Y si Dios nos ha concedido el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos; si nos ha concedido el don de servir a otros, sirvámosles bien. El que haya recibido el don de enseñar, dedíquese a la enseñanza; el que haya recibido el don de animar a otros, dedíquese a animarlos. El que da, hágalo con sencillez; el que ocupa un puesto de responsabilidad, desempeñe su cargo con todo esmero; el que ayuda a los necesitados, hágalo con alegría. Amaos con toda sinceridad. Aborreced lo malo y seguid lo bueno. Amaos como hermanos los unos a los otros, dándoos mutuamente preferencia y respeto. Esforzaos, no seáis perezosos y servid al Señor con corazón ferviente. Vivid alegres por la esperanza que tenéis; soportad con valor los sufrimientos; no dejéis nunca de orar. Ayudad en sus necesidades a los que pertenecen al pueblo santo; recibid bien a los que os visitan. Bendecid a los que os persiguen; bendecidlos y no los maldigáis. Alegraos con los que están alegres y llorad con los que lloran. Vivid en armonía unos con otros. No seáis orgullosos, sino poneos al nivel de los humildes. No os tengáis por sabios.
ROMANOS 12:4-16 Reina Valera 2020 (RV2020)
Porque del mismo modo que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, que somos muchos, formamos un cuerpo en Cristo, y todos somos miembros los unos de los otros. Dado que tenemos diferentes dones, según la gracia que nos fue dada: el que tiene el don de profecía, úselo conforme a la medida de la fe; el de servicio, en servir; el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con sencillez; el que preside, con solicitud; el que hace obras de misericordia, con alegría. Que el amor sea sincero. Aborreced lo malo y seguid lo bueno. Amaos fraternalmente los unos a los otros, con respeto, estimando como superiores a los demás. En lo que requiere diligencia, no seáis perezosos; sed fervientes en espíritu; servid al Señor; alegres en la esperanza, pacientes en el sufrimiento, constantes en la oración. Ayudad a los hermanos necesitados y practicad la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis. Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran. Vivid en armonía entre vosotros. No seáis altivos, sino identificaos con los humildes. No os creáis más sabios que los demás.
ROMANOS 12:4-16 La Palabra (versión española) (BLP)
Pues así como nuestro cuerpo, que es uno, consta de muchos miembros, y cada uno desempeña su cometido, de la misma manera nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y en ese cuerpo cada uno es un miembro al servicio de los demás. Y puesto que tenemos dones diferentes según la gracia que Dios nos ha otorgado, a quien haya concedido hablar en su nombre, hágalo sin apartarse de la fe; el que sirve, que lo haga con diligencia; el que enseña, con dedicación; el que exhorta, aplicándose a exhortar; el encargado de repartir a los necesitados, hágalo con generosidad; el que preside, con solicitud; y el que practica la misericordia, con alegría. No hagáis de vuestro amor una comedia. Aborreced el mal y abrazad el bien. Amaos de corazón unos a otros como hermanos y que cada uno aprecie a los otros más que a sí mismo. Si se trata de esforzaros, no seáis perezosos; manteneos espiritualmente fervientes y prontos para el servicio del Señor. Vivid alegres por la esperanza, animosos en la tribulación y constantes en la oración. Solidarizaos con las necesidades de los creyentes; practicad la hospitalidad; bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis. Alegraos con los que están alegres y llorad con los que lloran. Vivid en plena armonía unos con otros. No ambicionéis grandezas, antes bien poneos al nivel de los humildes. Y no presumáis de inteligentes.
ROMANOS 12:4-16 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros sirven para lo mismo, así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y estamos unidos unos a otros como miembros de un mismo cuerpo. Dios nos ha concedido diferentes dones, conforme a lo que quiso conceder a cada uno. Y si Dios nos ha concedido el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos; si nos ha concedido el don de servir a otros, sirvámosles bien. El que haya recibido el don de enseñar, dedíquese a la enseñanza; el que haya recibido el don de animar a otros, dedíquese a animarlos. El que da, hágalo con sencillez; el que ocupa un puesto de responsabilidad, desempeñe su cargo con todo esmero; el que ayuda a los necesitados, hágalo con alegría. Amaos con toda sinceridad. Aborreced lo malo y seguid lo bueno. Amaos como hermanos los unos a los otros, dándoos mutuamente preferencia y respeto. Esforzaos, no seáis perezosos y servid al Señor con corazón ferviente. Vivid alegres por la esperanza que tenéis; soportad con valor los sufrimientos; no dejéis nunca de orar. Ayudad en sus necesidades a los que pertenecen al pueblo santo; recibid bien a los que os visitan. Bendecid a los que os persiguen; bendecidlos y no los maldigáis. Alegraos con los que están alegres y llorad con los que lloran. Vivid en armonía unos con otros. No seáis orgullosos, sino poneos al nivel de los humildes. No os tengáis por sabios.
ROMANOS 12:4-16 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pues, así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función, también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás. Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado. Si el don de alguien es el de profecía, que lo use en proporción con su fe; si es el de prestar un servicio, que lo preste; si es el de enseñar, que enseñe; si es el de animar a otros, que los anime; si es el de socorrer a los necesitados, que dé con generosidad; si es el de dirigir, que dirija con esmero; si es el de mostrar compasión, que lo haga con alegría. El amor debe ser sincero. Aborreced el mal; aferraos al bien. Amaos los unos a los otros con amor fraternal, respetándoos y honrándoos mutuamente. Nunca dejéis de ser diligentes; antes bien, servid al Señor con el fervor que da el Espíritu. Alegraos en la esperanza, mostrad paciencia en el sufrimiento, perseverad en la oración. Ayudad a los hermanos necesitados. Practicad la hospitalidad. Bendecid a quienes os persigan; bendecid y no maldigáis. Alegraos con los que están alegres; llorad con los que lloran. Vivid en armonía los unos con los otros. No seáis arrogantes, sino haceos solidarios con los humildes. No os creáis que sois los únicos que sabéis.