ROMANOS 10:14-21
ROMANOS 10:14-21 La Palabra (versión española) (BLP)
Ahora bien, ¿cómo van a invocar a aquel en quien no creen? ¿Y cómo van a creer en él si no han oído su mensaje? ¿Y cómo van a oír su mensaje si nadie lo proclama? ¿Y cómo lo van proclamar si no son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian buenas noticias! Pero no todos han aceptado el evangelio. Lo dice Isaías: Señor, ¿quién ha creído nuestro anuncio? En todo caso, la fe surge de la proclamación, y la proclamación se realiza mediante la palabra de Cristo. Y yo pregunto: ¿Será que no han oído? ¡Por supuesto que sí! La voz de los mensajeros ha resonado en todo el mundo y sus palabras han llegado hasta el último rincón de la tierra. Pero insisto: ¿será que Israel no ha entendido el mensaje? Oigamos en primer lugar lo que dice Moisés: Haré que tengáis celos de un pueblo que no es mío, provocaré vuestro enojo mediante una nación no sabia. Pero Isaías se atreve a más todavía: Los que no me buscaban me encontraron; me manifesté a los que no preguntaban por mí. En cambio, de Israel dice
ROMANOS 10:14-21 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: «¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas!» Sin embargo, no todos los israelitas aceptaron las buenas nuevas. Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje?» Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo. Pero pregunto: ¿Acaso no oyeron? ¡Claro que sí! «Por toda la tierra se difundió su voz, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo!» Pero insisto: ¿Acaso no entendió Israel? En primer lugar, Moisés dice: «Yo haré que vosotros sintáis envidia de los que no son nación; voy a irritaros con una nación insensata». Luego Isaías se atreve a decir: «Dejé que me hallaran los que no me buscaban; me di a conocer a los que no preguntaban por mí». En cambio, respecto de Israel, dice: «Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo desobediente y rebelde».
ROMANOS 10:14-21 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero ¿cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, de los que anuncian buenas noticias! Pero no todos obedecieron al evangelio, pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe proviene del oír, de escuchar la palabra de Dios. Pero yo pregunto: ¿Acaso no han oído? ¡Claro que sí! Por toda la tierra ha salido su anuncio y hasta los límites de la tierra sus palabras . Y yo pregunto: ¿No ha conocido esto Israel? Primero Moisés dice: Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo; con pueblo insensato os provocaré a ira . Y también Isaías se atreve a decir: Los que no me buscaban, me encontraron; me di a conocer a los que no preguntaban por mí . Y contra Israel dice
ROMANOS 10:14-21 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pero, ¿cómo lo van a invocar, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oir, si nadie les anuncia el mensaje? ¿Y cómo van a anunciarlo, si no hay quien los envíe? Como dice la Escritura: “¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!” Pero no todos han aceptado el evangelio. Ya lo dice Isaías: “Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje?” Así pues, la fe resulta de oir el mensaje, y el mensaje llega por la palabra de Cristo. Pero pregunto: ¿Será tal vez que no oyeron el mensaje? ¡Claro que lo oyeron! Porque la Escritura dice: “La voz de ellos salió por toda la tierra; hasta los últimos rincones del mundo llegaron sus palabras.” Y vuelvo a preguntar: ¿Será que los de Israel no han entendido? En primer lugar, Moisés dice: “Yo os pondré celosos de un pueblo que no es pueblo; haré que os enojéis contra un pueblo que no quiere entender.” Luego, Isaías se atreve a decir: “Los que no me buscaban me encontraron; me mostré a los que no preguntaban por mí.” Y refiriéndose a los israelitas dice Isaías: “Todo el día extendí mis manos a un pueblo desobediente y rebelde.”