APOCALIPSIS 12:1-6
APOCALIPSIS 12:1-6 Reina Valera 2020 (RV2020)
Apareció en el cielo una grandiosa señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y con una corona de doce estrellas en su cabeza. Estaba embarazada y gritaba por los dolores del parto, por la angustia del alumbramiento. Luego apareció otra señal en el cielo: un enorme dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos, y con una diadema en cada una de sus siete cabezas. Su cola arrastró con violencia la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. El dragón se plantó frente a la mujer que estaba de parto, dispuesto a devorar a su hijo en cuanto naciera. La mujer dio a luz un hijo varón, que gobernará a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo le fue arrebatado para Dios y para su trono. La mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios para que allí la mantuvieran por mil doscientos sesenta días.
APOCALIPSIS 12:1-6 La Palabra (versión española) (BLP)
Apareció entonces en el cielo una figura prodigiosa: una mujer vestida del sol, con la luna por pedestal y una corona de doce estrellas en la cabeza. Embarazada y a punto de dar a luz, los dolores del alumbramiento le arrancaban gemidos de angustia. Entonces otra figura prodigiosa apareció en el cielo: un enorme dragón color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y una diadema en cada una de sus siete cabezas. Con su cola arrastró un tercio de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se puso al acecho frente a la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a devorar al hijo en cuanto naciera. La mujer dio a luz a un hijo varón, destinado a regir todas las naciones con cetro de hierro; un hijo que fue puesto a salvo junto al trono de Dios. Mientras tanto, la mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios, donde será alimentada durante mil doscientos sesenta días.
APOCALIPSIS 12:1-6 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza. La mujer estaba encinta y gritaba por los dolores del parto, por el sufrimiento de dar a luz. Luego apareció en el cielo otra señal: un gran dragón rojo que tenía siete cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza. Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las lanzó sobre la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera. Y la mujer dio a luz un hijo varón, que ha de gobernar a todas las naciones con cetro de hierro. Pero arrebatando a su hijo, lo llevaron ante Dios y ante su trono; y la mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un lugar en el que fuera alimentada durante mil doscientos sesenta días.
APOCALIPSIS 12:1-6 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Apareció en el cielo una señal maravillosa: una mujer revestida del sol, con la luna debajo de sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba encinta y gritaba por los dolores y angustias del parto. Y apareció en el cielo otra señal: un enorme dragón de color rojo encendido que tenía siete cabezas y diez cuernos, y una diadema en cada cabeza. Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Cuando la mujer estaba a punto de dar a luz, el dragón se plantó delante de ella para devorar a su hijo tan pronto como naciera. Ella dio a luz un hijo varón que «gobernará a todas las naciones con puño de hierro». Pero su hijo fue arrebatado y llevado hasta Dios, que está en su trono. Y la mujer huyó al desierto, a un lugar que Dios le había preparado para que allí la sustentaran durante mil doscientos sesenta días.