SALMOS 83:1-18
SALMOS 83:1-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
¡Dios, no guardes silencio! ¡No calles, Dios, ni te estés quieto!, porque rugen tus enemigos y los que te aborrecen alzan la cabeza. Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han conspirado contra tus protegidos. Han dicho: «Venid y destruyámoslos, para que no sean nación y no haya más memoria del nombre de Israel». A una se confabulan de corazón. Contra ti han hecho alianza las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas, Moab y los agarenos, Gebal, Amón y Amalec, los filisteos y los habitantes de Tiro. También el asirio se ha juntado con ellos; sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah Hazles como a Madián, como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón, que perecieron en Endor: fueron convertidos en estiércol para la tierra. Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb; como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes, que han dicho: «¡Hagamos nuestras las moradas de Dios!». Dios mío, ponlos como torbellinos, como hojarascas delante del viento, como fuego que quema el monte, como llama que abrasa el bosque. Persíguelos así con tu tempestad y atérralos con tu huracán. Llena sus rostros de vergüenza, y busquen tu nombre, Señor. Sean confundidos y turbados para siempre; sean deshonrados y perezcan. ¡Y conozcan que tu nombre es el Señor, que solo tú eres el Altísimo sobre toda la tierra!
SALMOS 83:1-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Oh Dios, no te quedes callado, no enmudezcas ni estés impasible. Mira, tus enemigos se amotinan, se ensoberbecen quienes te odian. Traman intrigas contra tu pueblo, conspiran contra tus protegidos. Dicen: «¡Destruyámoslos como nación! ¡Que no vuelva a recordarse el nombre de Israel!». Se confabulan, se ponen de acuerdo y sellan un pacto contra ti: las gentes de Edom e Ismael, Moab y los agarenos, Guebal, Amón y Amalec, Filistea con los de Tiro; también Asiria se ha unido a ellos y prestan su apoyo a los hijos de Lot. [Pausa] Trátalos tú como a Madián, como a Sísara y Jabín en el torrente Quisón: en Endor ellos fueron arrasados, sirvieron de abono a la tierra. Trata a sus nobles como a Oreb y Zeb, a sus príncipes como a Zebaj y Salmaná quienes decían: «¡Hagamos nuestros los dominios de Dios!». Dios mío, haz que sean como hojarasca, como una brizna ante el viento. Como fuego que abrasa el bosque, como llama que devora las montañas, así tu huracán los ponga en fuga y los llene de terror tu torbellino. Cubre sus rostros de vergüenza y que ellos, Señor, busquen tu nombre. Sean avergonzados y turbados para siempre, que sean deshonrados y perezcan; que sepan que tu nombre es el Señor y solo tú eres Altísimo en la tierra entera.
SALMOS 83:1-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Oh Dios, no guardes silencio; no te quedes, oh Dios, callado e impasible. Mira cómo se alborotan tus enemigos, cómo te desafían los que te odian. Con astucia conspiran contra tu pueblo; conspiran contra aquellos a quienes tú estimas. Y dicen: «¡Venid, destruyamos su nación! ¡Que el nombre de Israel no vuelva a recordarse!» Como un solo hombre se confabulan; han hecho un pacto contra ti: los campamentos de Edom y de Ismael, los de Moab y de Agar, Guebal, Amón y Amalec, los de Filistea y los habitantes de Tiro. ¡Hasta Asiria se les ha unido; ha apoyado a los descendientes de Lot! Selah Haz con ellos como hiciste con Madián, como hiciste con Sísara y Jabín en el río Quisón, los cuales perecieron en Endor y quedaron en la tierra, como estiércol. Haz con sus nobles como hiciste con Oreb y con Zeb; haz con todos sus príncipes como hiciste con Zeba y con Zalmuna, que decían: «Vamos a adueñarnos de los pastizales de Dios». Hazlos rodar como hojarasca, Dios mío; ¡como paja que se lleva el viento! Y así como el fuego consume los bosques y las llamas incendian las montañas, así persíguelos con tus tormentas y aterrorízalos con tus tempestades. SEÑOR, cúbreles el rostro de ignominia, para que busquen tu nombre. Que sean siempre puestos en vergüenza; que perezcan humillados. Que sepan que tú eres el SEÑOR, que ese es tu nombre; que sepan que solo tú eres el Altísimo sobre toda la tierra.