SALMOS 8:5-9
SALMOS 8:5-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pues lo hiciste poco menos que Dios, y lo coronaste de gloria y de honra; lo entronizaste sobre la obra de tus manos, ¡todo lo sometiste a su dominio! Todas las ovejas, todos los bueyes, todos los animales del campo, las aves del cielo, los peces del mar, y todo lo que surca los senderos del mar. Oh SEÑOR, Soberano nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra!
SALMOS 8:5-9 Reina Valera 2020 (RV2020)
Lo has hecho poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra. Lo hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, las aves del cielo y los peces del mar; ¡todo cuanto pasa por los senderos del océano! ¡Señor, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
SALMOS 8:5-9 La Palabra (versión española) (BLP)
Lo has hecho algo inferior a un dios, lo has revestido de honor y de gloria, lo has puesto al frente de tus obras, todo lo has sometido a su poder: el ganado menor y mayor, todo él, y también los animales del campo, los pájaros del cielo, los peces del mar y cuanto surca los senderos de los mares. Señor Dios nuestro, ¡qué grande es tu nombre en la tierra entera!
SALMOS 8:5-9 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pues le hiciste casi como un dios, le rodeaste de honor y dignidad, le diste autoridad sobre tus obras, le pusiste por encima de todo: sobre las ovejas y los bueyes, sobre los animales salvajes, sobre las aves que vuelan por el cielo, sobre los peces que viven en el mar, ¡sobre todo lo que hay en el mar! Señor, soberano nuestro, ¡tu nombre domina en toda la tierra!
SALMOS 8:5-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pues lo hiciste poco menos que Dios, y lo coronaste de gloria y de honra; lo entronizaste sobre la obra de tus manos, ¡todo lo sometiste a su dominio! Todas las ovejas, todos los bueyes, todos los animales del campo, las aves del cielo, los peces del mar, y todo lo que surca los senderos del mar. Oh SEÑOR, Soberano nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra!