SALMOS 73:16-24
SALMOS 73:16-24 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando pensé para saber esto, fue duro trabajo para mí, hasta que, al entrar en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos. Ciertamente, los has puesto en terreno resbaladizo, los precipitas en la ruina. ¡Cómo han sido asolados de repente! ¡Perecieron, se consumieron de terrores! Como sueño del que despierta, así, Señor, cuando despiertes, menospreciarás su apariencia. Se llenó de amargura mi alma y en mi corazón sentía punzadas. Tan torpe era yo, que no entendía; ¡era como una bestia delante de ti! Con todo, yo siempre estuve contigo; me tomaste de la mano derecha. Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.
SALMOS 73:16-24 La Palabra (versión española) (BLP)
Yo medité tratando de entenderlo y fue para mí una dura tarea, hasta que llegué al santuario de Dios y comprendí entonces su destino. Porque en verdad tú los colocas sobre una pendiente resbaladiza, los empujas a la ruina. ¡Qué pronto son destruidos, perecen muertos de miedo! Son, Señor, como un sueño al despertar, imágenes que olvidas al levantarte. Cuando mi corazón se enfurecía y sentía envidia en mi interior, yo, necio, no comprendía nada, era como un animal ante ti. Pero ahora estoy siempre contigo, tú me agarras de la mano, con tus consejos me conduces y después me colmas de gloria.
SALMOS 73:16-24 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando traté de comprender todo esto, me resultó una carga insoportable, hasta que entré en el santuario de Dios; allí comprendí cuál será el destino de los malvados: En verdad, los has puesto en terreno resbaladizo, y los empujas a su propia destrucción. ¡En un instante serán destruidos, totalmente consumidos por el terror! Como quien despierta de un sueño, así, Señor, cuando tú te levantes, desecharás su falsa apariencia. Se me afligía el corazón y se me amargaba el ánimo por mi necedad e ignorancia. ¡Me porté contigo como una bestia! Pero yo siempre estoy contigo, pues tú me cogiste de la mano derecha. Me guías con tu consejo, y más tarde me acogerás en gloria.