SALMOS 68:4-10
SALMOS 68:4-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; exaltad al que cabalga sobre los cielos. Su nombre es el Señor: ¡alegraos delante de él! Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada. Dios hace habitar en familia a los desamparados; saca a los cautivos a prosperidad; mas los rebeldes habitan en tierra árida. Cuando tú, Dios, saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, Selah la tierra tembló y destilaron los cielos; ante la presencia de Dios, aquel Sinaí tembló, delante de Dios, del Dios de Israel. Abundante lluvia esparciste, oh Dios; a tu heredad exhausta tú la reanimaste. Los que son de tu grey han morado en ella; por tu bondad, Dios, has provisto para el pobre.
SALMOS 68:4-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Cantad a Dios, alabad su nombre, glorificad al que cabalga sobre las nubes; su nombre es el Señor, regocijaos ante él. Padre de los huérfanos, defensor de las viudas es Dios en su santa morada. Dios acoge en su casa a los desamparados y libra a los cautivos entre cantos de júbilo, mientras los rebeldes habitan en árido yermo. Oh Dios, cuando saliste delante de tu pueblo, cuando marchaste a través del desierto, [Pausa] tembló la tierra, se desbordaron los cielos en presencia de Dios, el del Sinaí, en presencia de Dios, el Dios de Israel. Tú, oh Dios, derramaste una lluvia generosa, tú reconfortaste a tu agotada heredad. Tu grey se estableció en la tierra que preparaste bondadoso para el pobre.
SALMOS 68:4-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; aclamad a quien cabalga por las estepas, y regocijaos en su presencia. ¡Su nombre es el SEÑOR! Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su morada santa. Dios da un hogar a los desamparados y libertad a los cautivos; los rebeldes habitarán en el desierto. Cuando saliste, oh Dios, al frente de tu pueblo, cuando a través de los páramos marchaste, Selah la tierra se estremeció, los cielos se vaciaron, delante de Dios, el Dios de Sinaí, delante de Dios, el Dios de Israel. Tú, oh Dios, diste abundantes lluvias; reanimaste a tu extenuada herencia. Tu familia se estableció en la tierra que en tu bondad, oh Dios, preparaste para el pobre.