SALMOS 63:1-11
SALMOS 63:1-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
¡Dios, Dios mío eres tú! ¡De madrugada te buscaré! Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en tierra seca y árida donde no hay agua, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida, mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos. Como de médula y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca, cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en ti en las vigilias de la noche, porque has sido mi socorro y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti; tu diestra me ha sostenido. Pero los que para destrucción buscaron mi alma caerán en los sitios bajos de la tierra. Los destruirán a filo de espada; serán presa de los chacales. Pero el rey se alegrará en Dios; será alabado cualquiera que jura por él, porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.
SALMOS 63:1-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Oh Dios, tú eres mi Dios y al alba te busco; de ti tengo sed y por ti desfallezco en una tierra árida, seca y sin agua. Te contemplé en tu santuario, vi tu poder y tu gloria. Tu amor es mejor que la vida, mis labios cantarán tu alabanza. Te bendeciré mientras viva, por tu nombre alzaré mis manos. Me saciaré de aceite y de grasa, te ensalzará mi boca con gozo. Si acostado te recuerdo, no duermo pensando en ti; pues tú eres mi socorro, bajo tus alas me regocijo. Estoy adherido a ti, tu diestra me sostiene. Quienes desean destruirme acabarán bajo la tierra, quedarán a merced de la espada, serán presa de chacales. Y el rey se alegrará en Dios, se gozará quien juró por él y enmudecerán los mentirosos.
SALMOS 63:1-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta. Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré. Mi alma quedará satisfecha como de un suculento banquete, y con labios jubilosos te alabará mi boca. En mi lecho me acuerdo de ti; pienso en ti toda la noche. A la sombra de tus alas cantaré, porque tú eres mi ayuda. Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene. Los que buscan mi muerte serán destruidos; bajarán a las profundidades de la tierra. Serán entregados a la espada y acabarán devorados por los chacales. El rey se regocijará en Dios; todos los que invocan a Dios lo alabarán, pero los mentirosos serán silenciados.