SALMOS 62:1-12
SALMOS 62:1-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Solo Dios es mi descanso, de él viene mi salvación; solo él es mi roca, mi salvación, mi fortaleza, ¡no sucumbiré! ¿Hasta cuándo atacaréis a uno tratando de derribarlo todos juntos como a un muro que se desploma, como a una pared a punto de caer? Solo buscan arrebatarle su grandeza, se complacen en la mentira: mientras bendicen con su boca están maldiciendo en su interior. [Pausa] Solo Dios es mi descanso, de él viene mi esperanza. Solo él es mi roca, mi salvación, mi fortaleza, ¡no sucumbiré! En Dios está mi salvación, mi gloria y mi fortaleza; en Dios está mi refugio. Confiad siempre en él los que formáis su pueblo; abrid ante él vuestro corazón, pues Dios es nuestro refugio. [Pausa] Solo un soplo es el ser humano, solo un espejismo son los mortales; todos puestos en una balanza, todos juntos, pesan menos que un soplo. No confiéis en la violencia, no os ilusionéis con el robo; si aumenta vuestra riqueza, no le prestéis atención. Solo una cosa ha dicho Dios, dos cosas yo he oído: que de Dios es el poder y tuyo el amor, mi Señor; que tú pagas a cada uno como merecen sus obras.
SALMOS 62:1-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Solo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi salvación. Solo él es mi roca y mi salvación; él es mi protector. ¡Jamás habré de caer! ¿Hasta cuándo atacaréis todos vosotros a un hombre para derribarlo? Es como un muro inclinado, ¡como una cerca a punto de derrumbarse! Solo quieren derribarlo de su lugar de preeminencia. Se complacen en la mentira: bendicen con la boca, pero maldicen con el corazón. Selah Solo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi esperanza. Solo él es mi roca y mi salvación; él es mi protector y no habré de caer. Dios es mi salvación y mi gloria; es la roca que me fortalece; ¡mi refugio está en Dios! Confía siempre en él, pueblo mío; ábrele tu corazón cuando estés ante él. ¡Dios es nuestro refugio! Selah Una quimera es la gente de humilde cuna, y una mentira la gente de alta alcurnia; si se les pone juntos en la balanza, todos ellos no pesan nada. No confiéis en la extorsión ni os hagáis ilusiones con sus rapiñas; y, aunque se multipliquen vuestras riquezas, no pongáis el corazón en ellas. Una cosa ha dicho Dios, y dos veces lo he escuchado: Que tú, oh Dios, eres poderoso; que tú, Señor, eres todo amor; que tú pagarás a cada uno según lo que merezcan sus obras.