SALMOS 56:3-8
SALMOS 56:3-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando tengo miedo, en ti confío; y si en Dios, cuya palabra alabo, he puesto sin temor mi confianza, ¿qué podrá hacerme el mortal? Todo el día contrarían mis palabras, cuanto piensan es para hacerme daño; ellos están al acecho, me observan, vigilan mis pasos buscando mi muerte. ¿Escaparán impunes ante tanta maldad? Oh Dios, abate a los pueblos con furia. Tú que tienes presente mi vida errante, recoge mis lágrimas en tu odre; ¿no está todo esto en tu libro?
SALMOS 56:3-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero yo, cuando tengo miedo, en ti confío. En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado. No temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? Todos los días ellos pervierten mi causa; contra mí son todos sus pensamientos para mal. Se reúnen, se esconden, miran atentamente mis pasos, como quienes acechan mi alma. ¡Págales conforme a su iniquidad, mi Dios, y derriba en tu furor a los pueblos! Mis huidas tú has contado; pon mis lágrimas en tu redoma; ¿no están ellas en tu libro?
SALMOS 56:3-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal? Todo el día tuercen mis palabras; siempre están pensando hacerme mal. Conspiran, se mantienen al acecho; ansiosos por quitarme la vida, vigilan todo lo que hago. ¡En tu enojo, Dios mío, humilla a esos pueblos! ¡De ningún modo los dejes escapar! Toma en cuenta mis lamentos; registra mi llanto en tu libro. ¿Acaso no lo tienes anotado?