SALMOS 55:11-23
SALMOS 55:11-23 Reina Valera 2020 (RV2020)
La maldad está en medio de ella, y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas. No me injurió un enemigo, lo cual yo habría soportado, ni se alzó contra mí el que me aborrecía, pues me habría ocultado de él; sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, ¡mi guía y mi familiar!, que juntos comunicábamos dulcemente los secretos y andábamos en amistad en la casa de Dios. Que la muerte los sorprenda; desciendan vivos al seol, porque hay maldades en sus casas, en medio de ellos. En cuanto a mí, a Dios clamaré, y el Señor me salvará. En la tarde, al amanecer y al mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz. Él redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, aunque muchos estén contra mí. Dios oirá, y los quebrantará pronto el que permanece desde la antigüedad, por cuanto no cambian ni temen a Dios. Selah Extendió el perverso sus manos contra los que estaban en paz con él; violó su pacto. Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, pero guerra hay en su corazón; suaviza sus palabras más que el aceite, mas ellas son espadas desnudas. Echa sobre el Señor tu carga y él te sostendrá; no dejará para siempre caído al justo. Mas tú, mi Dios, harás que ellos desciendan al pozo de perdición. Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días. Pero yo en ti confiaré.
SALMOS 55:11-23 La Palabra (versión española) (BLP)
hay crímenes en su interior y nunca abandonan su plaza la mentira ni el engaño. Si me ofendiera un enemigo, podría soportarlo; si se alzase contra mí un rival, podría esconderme de él; ¡pero eres tú, alguien como yo, mi amigo íntimo, el que conozco! Juntos la intimidad compartimos y entre la multitud paseamos por la morada de Dios. Que les sorprenda la muerte, que bajen vivos al reino de los muertos, pues el mal anida en su corazón, en lo más profundo de ellos. Pero yo invocaré a Dios y el Señor me salvará. Mañana, tarde y mediodía no dejo de gemir y sollozar; pero él escuchará mi clamor, me colmará de paz y me salvará de todo ataque, aunque muchos me hagan frente. Que me oiga Dios y los humille, él, que desde siempre reina; [Pausa] porque ni se convierten ni respetan a Dios. Atacan a sus amigos y quebrantan su alianza; son dulces las lisonjas de su boca, pero en su corazón hay violencia; sus palabras, más suaves que el aceite, no son más que afiladas espadas. Confía al Señor tus inquietudes, pues él será siempre tu apoyo y jamás permitirá que el justo caiga. Y tú, oh Dios, los arrojarás a la fosa: los sanguinarios y los falsos no alcanzarán la mitad de su vida. Pero yo en ti pongo mi confianza.
SALMOS 55:11-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En su seno hay fuerzas destructivas; de sus calles no se apartan la opresión y el engaño. Si un enemigo me insultara, yo lo podría soportar; si un adversario me humillara, de él me podría yo esconder. Pero lo has hecho tú, un hombre como yo, mi compañero, mi mejor amigo, a quien me unía una bella amistad, con quien convivía en la casa de Dios. ¡Que sorprenda la muerte a mis enemigos! ¡Que caigan vivos al sepulcro, pues en ellos habita la maldad! Pero yo clamaré a Dios, y el SEÑOR me salvará. Mañana, tarde y noche clamo angustiado, y él me escucha. Aunque son muchos los que me combaten, él me rescata, me salva la vida en la batalla que se libra contra mí. ¡Dios, que reina para siempre, habrá de oírme y los afligirá! Selah Esa gente no cambia de conducta, no tiene temor de Dios. Levantan la mano contra sus amigos y no cumplen sus compromisos. Su boca es blanda como la manteca, pero sus pensamientos son belicosos. Sus palabras son más suaves que el aceite, pero no son sino espadas desenvainadas. Encomienda al SEÑOR tus afanes, y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede abatido para siempre. Tú, oh Dios, abatirás a los impíos y los arrojarás en la fosa de la muerte; la gente sanguinaria y mentirosa no llegará ni a la mitad de su vida. Yo, por mi parte, en ti confío.