SALMOS 49:10-20
SALMOS 49:10-20 La Palabra (versión española) (BLP)
He aquí que también perecen los sabios, lo mismo que mueren los necios e ignorantes, y dejan a otros sus riquezas. Piensan que sus casas son eternas, que son perpetuas sus moradas, que para siempre dominan las tierras. Pero el ser humano no perdura por su riqueza; como los animales mueren, igual él. Este es el destino del que en sí confía, el porvenir de los que hablan satisfechos. [Pausa] Se dirigen al reino de los muertos cual rebaño al que la misma muerte pastorea. De mañana los someten los íntegros mientras su imagen se desfigura en el reino de los muertos; lejos de sus palacios. Pero a mí Dios va a rescatarme de la garra del reino de los muertos, sí, él me llevará consigo. [Pausa] No recelaré si alguno se enriquece, si aumenta el prestigio de su casa, pues al morir nada podrá llevarse, su prestigio no descenderá tras él. Mientras él vivía, se felicitaba diciendo: «Te admiran porque has prosperado». Marchará junto a sus antepasados que ya nunca más verán la luz. No perdura el ser humano por su riqueza; como mueren los animales, igual él.
SALMOS 49:10-20 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Nadie puede negar que todos mueren, que sabios e insensatos perecen por igual, y que sus riquezas se quedan para otros. Aunque tuvieron tierras a su nombre, sus tumbas serán su hogar eterno, su morada por todas las generaciones. A pesar de sus riquezas, no perduran los mortales; al igual que las bestias, perecen. Tal es el destino de los que confían en sí mismos; el final de los que se envanecen. Selah Como ovejas, están destinados al sepulcro; hacia allá los conduce la muerte. Sus cuerpos se pudrirán en el sepulcro, lejos de sus mansiones suntuosas. Por la mañana los justos prevalecerán sobre ellos. Pero Dios me rescatará de las garras del sepulcro y con él me llevará. Selah No te asombre ver que alguien se enriquezca y aumente el esplendor de su casa, porque al morir no se llevará nada, ni con él descenderá su esplendor. Aunque en vida se considere dichoso, y la gente lo elogie por sus logros, irá a reunirse con sus ancestros, sin que vuelva jamás a ver la luz. A pesar de sus riquezas, no perduran los mortales; al igual que las bestias, perecen.
SALMOS 49:10-20 Reina Valera 2020 (RV2020)
pues se ve que aun los sabios mueren; que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, y dejan a otros sus riquezas. Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, y sus habitaciones para generación y generación. ¡Dan sus nombres a sus tierras! Pero el ser humano no gozará de honores para siempre. ¡Es semejante a las bestias que perecen! El camino de ellos es locura; con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selah Como a rebaños que son conducidos al seol, la muerte los pastoreará. Los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana, se consumirá su buen parecer y el seol será su morada. Pero Dios redimirá mi vida del poder del seol, porque él me tomará consigo. Selah No temas cuando se enriquece alguno, cuando aumenta la gloria de su casa, porque cuando muera no se llevará nada, ni descenderá tras él su gloria. Aunque, mientras viva, llame dichosa a su alma y sea alabado porque prospera, entrará en la generación de sus padres, y nunca más verá la luz. El hombre que goza de honores y no entiende, semejante es a las bestias que perecen.