SALMOS 40:9-17
SALMOS 40:9-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
He anunciado justicia en la gran congregación; he aquí, no refrené mis labios, Señor, tú lo sabes. No encubrí tu justicia dentro de mi corazón; he publicado tu fidelidad y tu salvación; no oculté tu misericordia y tu verdad en la gran congregación. Señor, no apartes de mí tu misericordia; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre, porque me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza y mi corazón me falla. Dígnate, Señor, librarme; Señor, apresúrate a socorrerme. Sean avergonzados y confundidos a una los que buscan mi vida para destruirla. Vuelvan atrás y avergüéncense los que mi mal desean. Sean asolados en pago de su afrenta los que se burlan de mí. Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, y digan siempre los que aman tu salvación: «¡El Señor sea enaltecido!». Aunque yo esté afligido y necesitado, El Señor pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú. ¡Dios mío, no tardes!
SALMOS 40:9-17 La Palabra (versión española) (BLP)
He pregonado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios y tú, Señor, lo sabes. No he escondido tu justicia en lo más hondo de mí, sino que he proclamado tu fidelidad y salvación; no he ocultado tu amor y tu verdad ante la gran asamblea. Tú, Señor, no apartes de mí tu misericordia, que tu verdad y tu amor por siempre me protejan. Pues sobre mí se ciernen males que no tienen fin, se acumulan mis pecados y no puedo ver nada; son más que los pelos de mi cabeza y las fuerzas me fallan. Señor, ven a librarme; Señor, date prisa en ayudarme. Queden confundidos y humillados los que buscan quitarme la vida, que retrocedan y se avergüencen los que pretenden dañarme. Sean destruidos por su infamia los que se burlan de mí. Que en ti se alegren y gocen todos cuantos te buscan; los que anhelan tu salvación digan en todo momento: «¡Sea alabado el Señor!». Soy pobre y necesitado, pero mi Dios cuidará de mí. Tú eres mi ayuda y mi salvación, ¡no tardes, Dios mío!
SALMOS 40:9-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En medio de la gran asamblea he dado a conocer tu justicia. Tú bien sabes, SEÑOR, que no he sellado mis labios. No escondo tu justicia en mi corazón, sino que proclamo tu fidelidad y tu salvación. No oculto en la gran asamblea tu gran amor y tu verdad. No me niegues, SEÑOR, tu misericordia; que siempre me protejan tu amor y tu verdad. Muchos males me han rodeado; tantos son que no puedo contarlos. Me han alcanzado mis iniquidades, y ya ni puedo ver. Son más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón desfallece. Por favor, SEÑOR, ¡ven a librarme! ¡Ven pronto, SEÑOR, en mi auxilio! Sean confundidos y avergonzados todos los que tratan de matarme; huyan derrotados todos los que procuran mi mal; que la vergüenza de su derrota humille a los que se burlan de mí. Pero que todos los que te buscan se alegren en ti y se regocijen; que los que aman tu salvación digan siempre: «¡Cuán grande es el SEÑOR!» Y a mí, pobre y necesitado, quiera el Señor tomarme en cuenta.