SALMOS 40:10-13
SALMOS 40:10-13 Reina Valera 2020 (RV2020)
No encubrí tu justicia dentro de mi corazón; he publicado tu fidelidad y tu salvación; no oculté tu misericordia y tu verdad en la gran congregación. Señor, no apartes de mí tu misericordia; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre, porque me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza y mi corazón me falla. Dígnate, Señor, librarme; Señor, apresúrate a socorrerme.
SALMOS 40:10-13 Reina Valera 2020 (RV2020)
No encubrí tu justicia dentro de mi corazón; he publicado tu fidelidad y tu salvación; no oculté tu misericordia y tu verdad en la gran congregación. Señor, no apartes de mí tu misericordia; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre, porque me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza y mi corazón me falla. Dígnate, Señor, librarme; Señor, apresúrate a socorrerme.
SALMOS 40:10-13 La Palabra (versión española) (BLP)
No he escondido tu justicia en lo más hondo de mí, sino que he proclamado tu fidelidad y salvación; no he ocultado tu amor y tu verdad ante la gran asamblea. Tú, Señor, no apartes de mí tu misericordia, que tu verdad y tu amor por siempre me protejan. Pues sobre mí se ciernen males que no tienen fin, se acumulan mis pecados y no puedo ver nada; son más que los pelos de mi cabeza y las fuerzas me fallan. Señor, ven a librarme; Señor, date prisa en ayudarme.
SALMOS 40:10-13 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
No escondo tu justicia en mi corazón, sino que proclamo tu fidelidad y tu salvación. No oculto en la gran asamblea tu gran amor y tu verdad. No me niegues, SEÑOR, tu misericordia; que siempre me protejan tu amor y tu verdad. Muchos males me han rodeado; tantos son que no puedo contarlos. Me han alcanzado mis iniquidades, y ya ni puedo ver. Son más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón desfallece. Por favor, SEÑOR, ¡ven a librarme! ¡Ven pronto, SEÑOR, en mi auxilio!