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SALMOS 34:4-22

SALMOS 34:4-22 Reina Valera 2020 (RV2020)

Busqué al Señor, y él me oyó y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y lo oyó el Señor y lo libró de todas sus angustias. El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen y los defiende. Gustad y ved que es bueno el Señor. ¡Dichoso aquel que confía en él! Temed al Señor vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen. Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan al Señor no tendrán falta de ningún bien. Venid, hijos, oídme; el temor del Señor os enseñaré. ¿Quién es el que ama la vida, que desea vivir muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela. Los ojos del Señor están sobre los justos y atentos sus oídos al clamor de ellos. La ira del Señor está contra los que hacen mal, para eliminar de la tierra la memoria de ellos. Claman los justos, y el Señor oye y los libra de todas sus angustias. Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo librará el Señor. Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrado. Matará al malo la maldad, y los que aborrecen al justo serán condenados. El Señor redime el alma de sus siervos. ¡No serán condenados cuantos en él confían!

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SALMOS 34:4-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Busqué al SEÑOR, y él me respondió; me libró de todos mis temores. Radiantes están los que a él acuden; jamás su rostro se cubre de vergüenza. Este pobre clamó, y el SEÑOR lo oyó y lo libró de todas sus angustias. El ángel del SEÑOR acampa en torno a los que lo temen; a su lado está para librarlos. Probad y ved que el SEÑOR es bueno; dichosos los que en él se refugian. Temed al SEÑOR, vosotros sus santos, pues nada les falta a los que le temen. Los leoncillos se debilitan y tienen hambre, pero a los que buscan al SEÑOR nada les falta. Venid, hijos míos, y escuchadme, que voy a enseñaros el temor del SEÑOR. El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; el rostro del SEÑOR está contra los que hacen el mal, para borrar de la tierra su memoria. Los justos claman, y el SEÑOR los oye; los libra de todas sus angustias. El SEÑOR está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido. Muchas son las angustias del justo, pero el SEÑOR lo librará de todas ellas; le protegerá todos los huesos, y ni uno solo le quebrarán. La maldad destruye a los malvados; serán condenados los enemigos de los justos. El SEÑOR libra a sus siervos; no serán condenados los que en él confían.

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