SALMOS 34:1-14
SALMOS 34:1-14 Reina Valera 2020 (RV2020)
Bendeciré al Señor en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. En el Señor se gloriará mi alma; lo oirán los mansos y se alegrarán. Engrandeced al Señor conmigo y exaltemos a una su nombre. Busqué al Señor, y él me oyó y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y lo oyó el Señor y lo libró de todas sus angustias. El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen y los defiende. Gustad y ved que es bueno el Señor. ¡Dichoso aquel que confía en él! Temed al Señor vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen. Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan al Señor no tendrán falta de ningún bien. Venid, hijos, oídme; el temor del Señor os enseñaré. ¿Quién es el que ama la vida, que desea vivir muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela.
SALMOS 34:1-14 La Palabra (versión española) (BLP)
Yo bendigo al Señor en todo momento, su alabanza sin cesar está en mi boca. Todo mi ser se gloría en el Señor; que lo oigan los humildes y se alegren. Glorificad conmigo al Señor, ensalcemos su nombre todos juntos. Yo busqué al Señor y me respondió, me libró de todos mis miedos. Quienes lo miran, se llenan de luz y no se sonrojan sus rostros. Clama el humilde y el Señor lo escucha, de todas sus angustias lo salva. El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los defiende. Sentid y ved qué bueno es el Señor, feliz todo el que en él confía. Venerad al Señor sus consagrados pues al que lo venera nada le falta. Los ricos se empobrecen, pasan hambre; al que busca al Señor nada bueno le falta. Hijos míos, ¡venid y escuchadme! Yo os enseñaré cómo venerar al Señor. ¿Quién es el que ama la vida, y desea días para ser feliz? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de la mentira; aléjate del mal, haz el bien, busca la paz, marcha tras ella.
SALMOS 34:1-14 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán. Mi alma se gloría en el SEÑOR; lo oirán los humildes y se alegrarán. Engrandeced al SEÑOR conmigo; exaltemos a una su nombre. Busqué al SEÑOR, y él me respondió; me libró de todos mis temores. Radiantes están los que a él acuden; jamás su rostro se cubre de vergüenza. Este pobre clamó, y el SEÑOR lo oyó y lo libró de todas sus angustias. El ángel del SEÑOR acampa en torno a los que lo temen; a su lado está para librarlos. Probad y ved que el SEÑOR es bueno; dichosos los que en él se refugian. Temed al SEÑOR, vosotros sus santos, pues nada les falta a los que le temen. Los leoncillos se debilitan y tienen hambre, pero a los que buscan al SEÑOR nada les falta. Venid, hijos míos, y escuchadme, que voy a enseñaros el temor del SEÑOR. El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga.