SALMOS 29:1-11
SALMOS 29:1-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Tributad al Señor, hijos de los poderosos, dad al Señor la gloria y el poder. Dad al Señor la gloria debida a su nombre; adorad al Señor en la hermosura de la santidad. La voz del Señor resuena sobre las aguas. ¡Truena el Dios de gloria: El Señor está sobre las muchas aguas! Voz del Señor con potencia; voz del Señor con gloria. Voz del Señor que quiebra los cedros; ¡quiebra el Señor los cedros del Líbano! Los hace saltar como becerros; al Líbano y al Sirión como hijos de toros salvajes. Voz del Señor que derrama llamas de fuego; voz del Señor que hace temblar el desierto; ¡hace temblar el Señor el desierto de Cades! Voz del Señor que desgaja las encinas y desnuda los bosques. En su templo todo proclama su gloria. El Señor preside en el diluvio y se sienta el Señor como rey para siempre. El Señor dará poder a su pueblo; El Señor bendecirá a su pueblo con paz.
SALMOS 29:1-11 La Palabra (versión española) (BLP)
¡Hijos de Dios, aclamad al Señor, aclamad su gloria y su poder! ¡Aclamad el nombre glorioso del Señor! ¡Adorad al Señor en el esplendor del Templo! La voz del Señor domina las aguas, el Dios de la gloria ha tronado, el Señor domina las aguas caudalosas. La voz del Señor es poderosa, la voz del Señor es espléndida. La voz del Señor quiebra los cedros, quiebra el Señor los cedros del Líbano; hace brincar al Líbano como un ternero y al Sarión cual cría de búfalo. La voz del Señor produce llamas ardientes; la voz del Señor hace temblar el desierto, el Señor hace temblar el desierto de Cadés. La voz del Señor estremece a las ciervas y arranca los árboles del bosque. En su Templo todo dice ¡gloria! El Señor reina sobre el diluvio; el Señor, rey eterno, está en su trono. El Señor fortalece a su pueblo, el Señor bendice a su pueblo con la paz.
SALMOS 29:1-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Tributad al SEÑOR, seres celestiales, tributad al SEÑOR la gloria y el poder. Tributad al SEÑOR la gloria que merece su nombre; postraos ante el SEÑOR en su santuario majestuoso. La voz del SEÑOR está sobre las aguas; resuena el trueno del Dios de la gloria; el SEÑOR está sobre las aguas impetuosas. La voz del SEÑOR resuena potente; la voz del SEÑOR resuena majestuosa. La voz del SEÑOR desgaja los cedros, desgaja el SEÑOR los cedros del Líbano; hace que el Líbano salte como becerro, y que el Hermón salte cual toro salvaje. La voz del SEÑOR lanza ráfagas de fuego; la voz del SEÑOR sacude el desierto; el SEÑOR sacude el desierto de Cades. La voz del SEÑOR retuerce los robles y deja desnudos los bosques; en su templo todos gritan: «¡Gloria!» El SEÑOR tiene su trono sobre las lluvias; el SEÑOR reina por siempre. El SEÑOR fortalece a su pueblo; el SEÑOR bendice a su pueblo con la paz.