SALMOS 25:1-11
SALMOS 25:1-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
A ti, Señor, levantaré mi alma. Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado. ¡No se alegren de mí mis enemigos! Ciertamente, ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; serán avergonzados los que se rebelan sin causa. Muéstrame, Señor, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día. Acuérdate, Señor, de tu ternura y gran amor, que existen desde siempre. De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones no te acuerdes. Conforme a tu misericordia acuérdate, Señor, de mí, por tu bondad. Bueno y recto es el Señor; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes en la justicia y enseñará a los mansos su camino. Todas las sendas del Señor son misericordia y verdad para los que guardan su pacto y sus testimonios. Por amor de tu nombre, Señor, perdonarás también mi pecado, que es grande.
SALMOS 25:1-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
A ti, SEÑOR, elevo mi alma; mi Dios, en ti confío; no permitas que sea yo humillado, no dejes que mis enemigos se burlen de mí. Quien en ti pone su esperanza jamás será avergonzado; pero quedarán en vergüenza los que traicionan sin razón. SEÑOR, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas. Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador; ¡en ti pongo mi esperanza todo el día! Acuérdate, SEÑOR, de tu ternura y gran amor, que siempre me has mostrado; olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, SEÑOR, eres bueno. Bueno y justo es el SEÑOR; por eso les muestra a los pecadores el camino. Él dirige en la justicia a los humildes, y les enseña su camino. Todas las sendas del SEÑOR son amor y verdad para quienes cumplen los preceptos de su pacto. Por amor a tu nombre, SEÑOR, perdona mi gran iniquidad.
SALMOS 25:1-11 La Palabra (versión española) (BLP)
A ti me dirijo, Señor. Dios mío, en ti confío, no me defraudes, que mis enemigos no se burlen de mí. Quien en ti espera no quedará defraudado; pero sí quedará confundido el que es infiel sin motivo. Señor, muéstrame tus caminos, enséñame tus sendas, instrúyeme en tu verdad; enséñame, porque tú eres el Dios que me salva, en ti pongo mi esperanza cada día. Recuerda, Señor, tu misericordia y tu amor que desde siempre existen; olvida mis faltas de juventud y mis pecados, recuérdame en tu amor, por tu bondad, Señor. El Señor es bueno y recto, él muestra el camino a los pecadores, instruye en la justicia a los humildes, enseña a los humildes su camino. Las sendas del Señor son amor y verdad para quienes respetan su alianza y sus mandatos. Señor, haciendo honor a tu nombre, perdona mi grave pecado.