SALMOS 2:6-12
SALMOS 2:6-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
«Yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte». Yo publicaré el decreto; El Señor me ha dicho: «Mi hijo eres tú; yo te he engendrado hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones y como posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás». Ahora, pues, reyes, sed prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra. Servid al Señor con temor y alegraos con temblor. Honrad al Hijo, para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues se inflama de pronto su ira.
SALMOS 2:6-12 La Palabra (versión española) (BLP)
«He ungido a mi rey en Sion, mi monte santo». Voy a proclamar el mandato del Señor. Él me ha dicho: «Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. Pídemelo y te daré las naciones en herencia, los confines de la tierra en heredad. Los aplastarás con cetro de hierro, los destrozarás cual vasija de alfarero». Y ahora, reyes, reflexionad, recapacitad, jueces de la tierra. Servid al Señor con reverencia, festejadlo emocionados, [besad al hijo], no sea que se enoje y andéis perdidos al estallar de repente su ira. ¡Dichosos los que en él confían!
SALMOS 2:6-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Ya he consagrado a mi rey sobre Sión, mi monte santo.” Voy a anunciar la decisión del Señor: él me ha dicho: “Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy. Pídeme que te dé las naciones como herencia y hasta el último rincón del mundo en propiedad, y yo te los daré. Con cetro de hierro destrozarás a los reyes; ¡los harás pedazos como a ollas de barro!” Reyes y gobernantes de la tierra, entended esto, ¡aprended bien esta lección! Adorad al Señor con alegría y reverencia; inclinaos ante él con temblor, no sea que se enoje y muráis en el camino, pues su furor se enciende fácilmente.
SALMOS 2:6-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
«He establecido a mi rey sobre Sión, mi santo monte». Yo proclamaré el decreto del SEÑOR: «Tú eres mi hijo», me ha dicho; «hoy mismo te he engendrado. Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones; ¡tuyos serán los confines de la tierra! Gobernarás a las naciones con puño de hierro; las harás pedazos como a vasijas de barro». Vosotros, los reyes, sed prudentes; dejaos enseñar, gobernantes de la tierra. Servid al SEÑOR con temor; con temblor rendidle alabanza. Besadle los pies, no sea que se enoje y seáis destruidos en el camino, pues su ira se inflama de repente.