SALMOS 19:7-11
SALMOS 19:7-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
La ley del Señor es perfecta: convierte el alma; el testimonio del Señor es fiel: hace sabio al sencillo. Los mandamientos del Señor son rectos: alegran el corazón; el precepto del Señor es puro: alumbra los ojos. El temor del Señor es limpio: permanece para siempre; los juicios del Señor son verdad: todos justos. Deseables son más que el oro, más que mucho oro refinado; y dulces más que la miel, la que destila del panal. Tu siervo es, además, amonestado con ellos; en guardarlos hay gran recompensa.
SALMOS 19:7-11 La Palabra (versión española) (BLP)
La ley del Señor es perfecta, reconforta al ser humano; el mandato del Señor es firme, al sencillo lo hace sabio; los decretos del Señor son rectos, alegran el corazón; el mandamiento del Señor es nítido, llena los ojos de luz; venerar al Señor comunica santidad, es algo que permanece para siempre; los juicios del Señor son verdad, todos ellos son justos. Son más cautivadores que el oro, más que abundante oro fino, más dulces que la miel, que la miel virgen del panal. Tu siervo está atento a ellos; grande es el premio si se respetan.
SALMOS 19:7-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
La ley del SEÑOR es perfecta: infunde nuevo aliento. El mandato del SEÑOR es digno de confianza: da sabiduría al sencillo. Los preceptos del SEÑOR son rectos: traen alegría al corazón. El mandamiento del SEÑOR es claro: da luz a los ojos. El temor del SEÑOR es puro: permanece para siempre. Las sentencias del SEÑOR son verdaderas: todas ellas son justas. Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal. Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa.