SALMOS 119:65-77
SALMOS 119:65-77 La Palabra (versión española) (BLP)
Fuiste bueno con tu siervo, según tu promesa, Señor. Enséñame el buen juicio y el saber, que en tus mandatos yo confío. Antes de haber sufrido pequé, pero ahora respeto tu palabra. Tú eres bueno y haces el bien, enséñame tus normas. Los soberbios me calumnian, pero yo guardo sinceramente tus preceptos. Su corazón es insensible, yo, en cambio, me deleito en tu ley. Me vino bien haber sufrido para así aprender tus normas. Prefiero la ley de tu boca a miles de monedas de oro y plata. Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender y aprenderé tus mandatos. Quienes te veneran se alegran al verme, porque en tu palabra pongo mi esperanza. Yo sé, Señor, que tus decretos son justos, que con razón me hiciste sufrir. Que sea tu amor mi consuelo, según la promesa hecha a tu siervo. Que tu piedad venga a mí y viviré, pues tu ley hace mis delicias.
SALMOS 119:65-77 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Tú, SEÑOR, tratas bien a tu siervo, conforme a tu palabra. Impárteme conocimiento y buen juicio, pues yo creo en tus mandamientos. Antes de sufrir anduve descarriado, pero ahora obedezco tu palabra. Tú eres bueno, y haces el bien; enséñame tus decretos. Aunque los insolentes me difaman, yo cumplo tus preceptos con todo el corazón. El corazón de ellos es torpe e insensible, pero yo me regocijo en tu ley. Me hizo bien haber sido afligido, porque así llegué a conocer tus decretos. Para mí es más valiosa tu enseñanza que millares de monedas de oro y plata. Con tus manos me creaste, me diste forma. Dame entendimiento para aprender tus mandamientos. Los que te honran se regocijan al verme, porque he puesto mi esperanza en tu palabra. SEÑOR, yo sé que tus juicios son justos, y que con justa razón me afliges. Que sea tu gran amor mi consuelo, conforme a la promesa que hiciste a tu siervo. Que venga tu compasión a darme vida, porque en tu ley me regocijo.