SALMOS 119:49-56
SALMOS 119:49-56 Reina Valera 2020 (RV2020)
Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar. Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado. Los soberbios se han burlado mucho de mí, pero no me he apartado de tu ley. Me acordé, Señor, de tus juicios antiguos, y me consolé. Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos que abandonan tu ley. Cánticos fueron para mí tus estatutos en la casa en donde fui extranjero. Me acordé en la noche de tu nombre, Señor, y guardé tu ley. Estas bendiciones tuve porque guardé tus mandamientos.
SALMOS 119:49-56 La Palabra (versión española) (BLP)
Recuerda la promesa hecha a tu siervo, la que mantiene mi esperanza. Esto me consuela cuando sufro: que tu promesa me da vida. Mucho me insultan los soberbios, pero yo no me aparto de tu ley. Recuerdo, Señor, tus decretos de antaño, y en ellos encuentro consuelo. Me invade el furor por los malvados, por aquellos que abandonan tu ley. Tus normas eran cantos para mí cuando vivía en el destierro. Señor, de noche recuerdo tu nombre y tengo respeto por tu ley. A mí me corresponde guardar tus preceptos.
SALMOS 119:49-56 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Acuérdate de la palabra que diste a este siervo tuyo, palabra con la que me infundiste esperanza. Este es mi consuelo en medio del dolor: que tu promesa me da vida. Los insolentes me ofenden hasta el colmo, pero yo no me aparto de tu ley. Me acuerdo, SEÑOR, de tus juicios de antaño, y encuentro consuelo en ellos. Me llenan de indignación los impíos, que han abandonado tu ley. Tus decretos han sido mis cánticos en el lugar de mi destierro. SEÑOR, por la noche evoco tu nombre; ¡quiero cumplir tu ley! Lo que a mí me corresponde es obedecer tus preceptos.