SALMOS 102:15-28
SALMOS 102:15-28 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces, las naciones temerán el nombre del Señor y todos los reyes de la tierra tu gloria, por cuanto el Señor habrá edificado a Sion y en su gloria será visto. Habrá considerado la oración de los desvalidos y no habrá desechado el ruego de ellos. Se escribirá esto para la generación venidera, y el pueblo que está por nacer alabará al Señor, porque miró desde lo alto de su santuario; miró el Señor desde los cielos a la tierra para oír el gemido de los presos, para soltar a los sentenciados a muerte, para que se publique en Sion el nombre del Señor y su alabanza en Jerusalén, cuando los pueblos y los reinos se congreguen en uno para servir al Señor. Él debilitó mi fuerza en el camino; acortó mis días. Dije: «¡Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días! ¡Por generación y generación son tus años!». Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás; y todos ellos como una vestidura se envejecerán, como un vestido los mudarás y serán mudados; pero tú eres el mismo y tus años no se acabarán. Los hijos de tus siervos habitarán seguros y su descendencia será establecida delante de ti.
SALMOS 102:15-28 La Palabra (versión española) (BLP)
Venerarán las naciones tu nombre, Señor, y tu gloria los reyes de la tierra; cuando el Señor reconstruya Sion, cuando se muestre en toda su gloria, cuando atienda la súplica del pobre y no desprecie su oración. Quede esto escrito para la generación futura, que el pueblo que nazca alabe a Dios; el Señor mira desde su santo cielo, observa la tierra desde el firmamento para escuchar el grito del cautivo, para librar a los reos de muerte. Será aclamado en Sion el Señor y en Jerusalén se proclamará su alabanza, cuando pueblos y reinos se reúnan para servir al Señor. Él doblegó mi fuerza en el camino, él hizo más corta mi vida. Yo digo: «Dios mío, no me lleves en mitad de mi vida». Tus años duran por generaciones; tú antaño fundaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos. Ellos perecen y tú perduras, se desgastan todos como la tela; tú como a un traje los cambias y ellos se desvanecen. Pero tú eres el mismo y no se acaban tus años. Habitarán seguros los hijos de tus siervos, permanecerá ante ti su descendencia.
SALMOS 102:15-28 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Las naciones temerán el nombre del SEÑOR; todos los reyes de la tierra reconocerán su majestad. Porque el SEÑOR reconstruirá a Sión, y se manifestará en su esplendor. Atenderá la oración de los desamparados, y no desdeñará sus ruegos. Que se escriba esto para las generaciones futuras, y que el pueblo que será creado alabe al SEÑOR. Miró el SEÑOR desde su altísimo santuario; contempló la tierra desde el cielo, para oír los lamentos de los cautivos y liberar a los condenados a muerte; para proclamar en Sión el nombre del SEÑOR y anunciar en Jerusalén su alabanza, cuando todos los pueblos y los reinos se reúnan para adorar al SEÑOR. En el curso de mi vida acabó Dios con mis fuerzas; me redujo los días. Por eso dije: «No me lleves, Dios mío, a la mitad de mi vida; tú permaneces por todas las generaciones. En el principio tú afirmaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tú permaneces. Todos ellos se desgastarán como un vestido. Y como ropa los cambiarás, y los dejarás de lado. Pero tú eres siempre el mismo, y tus años no tienen fin. Los hijos de tus siervos se establecerán, y sus descendientes habitarán en tu presencia».