PROVERBIOS 8:1-11
PROVERBIOS 8:1-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
¿Acaso no clama la Sabiduría y alza su voz la inteligencia? Apostada en las alturas, junto al camino, en las encrucijadas de las veredas, junto a las puertas, a la entrada de la ciudad, a la entrada de las puertas da voces: ¡A vosotros, hombres, llamo; mi voz dirijo a los seres humanos! «Ingenuos, aprended discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura. Escuchad, porque voy a decir cosas excelentes, voy a abrir mis labios para cosas rectas. Porque mi boca dice la verdad, y mis labios aborrecen la impiedad. Todas mis palabras son honestas: nada hay en ellas perverso ni torcido; todas son claras para el que entiende y rectas para los que han hallado sabiduría. Recibid mi enseñanza antes que la plata, y ciencia antes que el oro puro; porque mejor es la sabiduría que las perlas, y no hay cosa deseable que se le pueda comparar».
PROVERBIOS 8:1-11 La Palabra (versión española) (BLP)
La Sabiduría está pregonando, la inteligencia levanta su voz. Sobre los promontorios al borde del camino, de pie en las encrucijadas, junto a las puertas de la ciudad, a la entrada de los patios está gritando: «A vosotros, seres humanos, os llamo, a vosotros dirijo mi pregón. Inexpertos, adquirid prudencia; y vosotros, necios, sed sensatos. Escuchad, que mis labios proclaman cosas rectas, cosas excelentes comunican. Mi boca paladea la verdad, pues la maldad repugna a mis labios. Todos mis discursos son sinceros, ninguno es hipócrita ni retorcido; todos son claros para el inteligente, irreprochables para los que adquieren saber. Preferid mi instrucción a la plata y el conocimiento al oro puro; pues la sabiduría es más valiosa que las perlas, ninguna joya se le puede comparar.
PROVERBIOS 8:1-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
La sabiduría clama a voz en cuello; la inteligencia hace oir su voz. Se para en lo alto de las colinas, se detiene en el cruce de los caminos, se hace oir junto a las puertas, a la entrada de la ciudad: “A vosotros los hombres dirijo estas palabras. Jóvenes inexpertos y necios, ¡aprended a ser prudentes y entendidos! Escuchadme, pues voy a deciros cosas importantes e irreprochables. Lo que voy a decir es la verdad; no me gusta proferir mentiras. Todas mis palabras son justas; no hay en ellas la menor falsedad. Para el inteligente y entendido, mis palabras son claras e irreprochables. En vez de plata y oro fino, adquirid instrucción y conocimiento.” Vale más la sabiduría que las piedras preciosas: ¡ni aun lo más deseable se le puede comparar!
PROVERBIOS 8:1-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¿Acaso no está llamando la sabiduría? ¿No está elevando su voz la inteligencia? Establece su puesto en las alturas, a la vera del camino y en las encrucijadas. Junto a las puertas que dan a la ciudad, a la entrada misma, grita fuertemente: «A vosotros los hombres os estoy llamando; dirijo mi voz a toda la humanidad. Vosotros los inexpertos, ¡adquirid prudencia! Vosotros los necios, ¡obtened discernimiento! Escuchadme, que diré cosas importantes; mis labios hablarán lo correcto. Mi boca expresará la verdad, pues mis labios detestan la mentira. Las palabras de mi boca son todas justas; no hay en ellas maldad ni doblez. Son claras para los entendidos, e irreprochables para los sabios. Optad por mi instrucción, no por la plata; por el conocimiento, no por el oro refinado. Vale más la sabiduría que las piedras preciosas, y ni lo más deseable se le compara.