PROVERBIOS 7:21-27
PROVERBIOS 7:21-27 Reina Valera 2020 (RV2020)
Así lo sedujo, con muchas palabras dulces, y lo rindió con la zalamería de sus labios. Inmediatamente se marchó tras ella, como va el buey al degolladero o como va el necio a prisión para ser castigado; como el ave que se arroja contra la red, sin saber que va a perder la vida hasta que la saeta traspasa su corazón. Ahora pues, hijos, escuchadme; prestad atención a las razones de mi boca: No se desvíe tu corazón a los caminos de ella; no yerres en sus veredas, porque a muchos ha hecho caer heridos, y aun los más fuertes han muerto por causa de ella. Su casa va camino al seol, que baja a la morada de la muerte.
PROVERBIOS 7:21-27 La Palabra (versión española) (BLP)
Con todas estas artes lo sedujo, lo rindió con sus labios lisonjeros e inmediatamente él la siguió, como buey llevado al matadero, como ciervo atrapado en la red; una flecha le atraviesa las entrañas y como pájaro cae en la trampa, sin saber que le va a costar la vida. Y ahora, hijo mío, escúchame y presta atención a mis palabras: no te dejes arrastrar por ella, no te extravíes tras sus huellas, porque ha dejado a muchos malheridos y sus víctimas son muy numerosas. Su casa es el camino del abismo que baja a la morada de la muerte.
PROVERBIOS 7:21-27 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Sus palabras melosas e insistentes acabaron por convencer al muchacho, que en seguida se fue tras ella como un buey que va al matadero, como un ciervo que cae en la trampa y al que una flecha le parte luego el corazón; como un ave que se lanza contra la red, sin saber que eso le va a costar la vida. Así pues, hijo mío, escúchame; presta atención a mis palabras. No desvíes hacia esa mujer tus pensamientos; no te pierdas por ir tras ella, porque a muchos los ha herido de muerte. ¡Sus víctimas son numerosas! Tomar el camino de su casa es tomar el camino de la muerte.
PROVERBIOS 7:21-27 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Con palabras persuasivas lo convenció; con lisonjas de sus labios lo sedujo. Y él en seguida fue tras ella, como el buey que va camino al matadero; como el ciervo que cae en la trampa, hasta que una flecha le abre las entrañas; como el ave que se lanza contra la red, sin saber que en ello le va la vida. Así que, hijo mío, escúchame; presta atención a mis palabras. No desvíes tu corazón hacia sus sendas, ni te extravíes por sus caminos, pues muchos han muerto por su causa; sus víctimas han sido innumerables. Su casa lleva derecho al sepulcro; ¡conduce al reino de la muerte!