PROVERBIOS 7:15-27
PROVERBIOS 7:15-27 Reina Valera 2020 (RV2020)
por eso he salido a tu encuentro, pues ansiaba verte, y he dado contigo. He adornado mi cama con colchas recamadas con lino de Egipto; he perfumado mi lecho con mirra, áloes y canela. Ven, embriaguémonos de amor hasta el amanecer; disfrutemos de amores. Porque mi marido no está en casa; se ha ido a un largo viaje. La bolsa del dinero se llevó en la mano, y no volverá al hogar hasta la luna llena». Así lo sedujo, con muchas palabras dulces, y lo rindió con la zalamería de sus labios. Inmediatamente se marchó tras ella, como va el buey al degolladero o como va el necio a prisión para ser castigado; como el ave que se arroja contra la red, sin saber que va a perder la vida hasta que la saeta traspasa su corazón. Ahora pues, hijos, escuchadme; prestad atención a las razones de mi boca: No se desvíe tu corazón a los caminos de ella; no yerres en sus veredas, porque a muchos ha hecho caer heridos, y aun los más fuertes han muerto por causa de ella. Su casa va camino al seol, que baja a la morada de la muerte.
PROVERBIOS 7:15-27 La Palabra (versión española) (BLP)
por eso he salido a buscarte; tenía ganas de verte y te he encontrado. He cubierto mi lecho de colchas y sábanas de lino egipcio; he perfumado mi alcoba con mirra, con áloe y con canela. Saciémonos de caricias hasta el amanecer y disfrutemos de los placeres del amor; mi marido no está en casa: ha emprendido un largo viaje, se ha llevado la bolsa del dinero y no volverá a casa hasta la luna llena». Con todas estas artes lo sedujo, lo rindió con sus labios lisonjeros e inmediatamente él la siguió, como buey llevado al matadero, como ciervo atrapado en la red; una flecha le atraviesa las entrañas y como pájaro cae en la trampa, sin saber que le va a costar la vida. Y ahora, hijo mío, escúchame y presta atención a mis palabras: no te dejes arrastrar por ella, no te extravíes tras sus huellas, porque ha dejado a muchos malheridos y sus víctimas son muy numerosas. Su casa es el camino del abismo que baja a la morada de la muerte.
PROVERBIOS 7:15-27 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Por eso he salido a tu encuentro; ¡tenía ganas de verte, y te he encontrado! Sobre mi cama he tendido una hermosa colcha de lino egipcio, la he perfumado con aroma de mirra, áloe y canela. Ven, vaciemos hasta el fondo la copa del amor, gocemos del amor hasta que amanezca, pues mi esposo no está en casa. Ha salido a un largo viaje, se ha llevado una bolsa de dinero y no volverá hasta el día de la luna llena.” Sus palabras melosas e insistentes acabaron por convencer al muchacho, que en seguida se fue tras ella como un buey que va al matadero, como un ciervo que cae en la trampa y al que una flecha le parte luego el corazón; como un ave que se lanza contra la red, sin saber que eso le va a costar la vida. Así pues, hijo mío, escúchame; presta atención a mis palabras. No desvíes hacia esa mujer tus pensamientos; no te pierdas por ir tras ella, porque a muchos los ha herido de muerte. ¡Sus víctimas son numerosas! Tomar el camino de su casa es tomar el camino de la muerte.
PROVERBIOS 7:15-27 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Por eso he venido a tu encuentro; te buscaba, ¡y ya te he encontrado! Sobre la cama he tendido multicolores linos egipcios. He perfumado mi lecho con aroma de mirra, áloe y canela. Ven, bebamos hasta el fondo la copa del amor; ¡disfrutemos del amor hasta el amanecer! Mi esposo no está en casa, pues ha emprendido un largo viaje. Se ha llevado consigo la bolsa del dinero, y no regresará hasta el día de luna llena». Con palabras persuasivas lo convenció; con lisonjas de sus labios lo sedujo. Y él en seguida fue tras ella, como el buey que va camino al matadero; como el ciervo que cae en la trampa, hasta que una flecha le abre las entrañas; como el ave que se lanza contra la red, sin saber que en ello le va la vida. Así que, hijo mío, escúchame; presta atención a mis palabras. No desvíes tu corazón hacia sus sendas, ni te extravíes por sus caminos, pues muchos han muerto por su causa; sus víctimas han sido innumerables. Su casa lleva derecho al sepulcro; ¡conduce al reino de la muerte!