PROVERBIOS 4:10-27
PROVERBIOS 4:10-27 Reina Valera 2020 (RV2020)
Escucha, hijo mío, recibe mis razones y se te multiplicarán los años de tu vida. Por el camino de la sabiduría te he encaminado, por veredas derechas te he hecho andar. Cuando andes, no se acortarán tus pasos; si corres, no tropezarás. Aférrate a la instrucción, no la dejes; guárdala, porque ella es tu vida. No entres en la vereda de los impíos ni vayas por el camino de los malvados. Déjala, no pases por ella; apártate de ella, pasa de largo. Pues ellos no duermen si no hacen el mal; pierden el sueño si no hacen caer a alguno. Porque su comida es pan de maldad, y su bebida, vino de violencia. La senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto; pero el camino de los malvados es como la oscuridad, y no saben en qué tropiezan. Hijo mío, pon atención a mis palabras; presta oído a mis razones. No las pierdas de vista; guárdalas en lo profundo de tu corazón, porque son vida para los que las hallan y medicina para todo su cuerpo. Vigila atentamente tu interior, porque de él mana la vida. Aparta de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la iniquidad de los labios. Que tus ojos miren lo recto y que tus párpados se abran a lo que tienes delante. Examina la senda que siguen tus pies, para que sean rectos todos tus caminos. No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal.
PROVERBIOS 4:10-27 La Palabra (versión española) (BLP)
Escucha, hijo mío, acoge mis palabras y vivirás muchos años. Te he enseñado el camino de la sabiduría, te he orientado por sendas de honradez. Cuando camines, no se trabarán tus pasos; cuando corras, no tropezarás. Agárrate a la instrucción y no la sueltes; consérvala, pues te va la vida en ello. No te adentres en senda de malvados, ni pises en camino de perversos; evítalo, no lo transites; apártate y sigue adelante. Solo cuando hacen daño, duermen tranquilos los malvados; solo haciendo caer a alguien, logran conciliar el sueño; comen el pan del delito y beben el vino de la violencia. La senda de los justos es como amanecer que va clareando hasta pleno día; el camino de los malvados es noche oscura, van a tropezar y no saben dónde. Presta, hijo mío, oído a mi discurso, pon atención a mis palabras. No las pierdas de vista, consérvalas en tu corazón, pues son vida para quien las descubre y salud para todo su cuerpo. Vigila atentamente tu interior, pues de él brotan fuentes de vida. Aparta de tu boca el engaño y aleja la falsedad de tus labios. Que tus ojos miren de frente, que sea franca tu mirada. Observa el sendero que pisas y todos tus caminos serán firmes. No te desvíes a ningún lado y aleja tus pasos del mal.
PROVERBIOS 4:10-27 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Atiende a mis palabras, hijo mío, hazlas tuyas y aumentarán los años de tu vida. Yo te llevaré por el camino de la sabiduría: te haré andar por el buen camino, en el que no habrá estorbos a tu paso, en el que no tropezarás aun cuando corras. Aférrate a la instrucción y no la descuides; ponla en práctica, pues es vida para ti. No vayas tras los pasos de los malvados; no sigas su mala conducta. Evita pasar por su camino; apártate de ellos y sigue adelante, pues no están en paz si no hacen lo malo; pierden el sueño si no hacen caer a alguno. ¡Su comida y su bebida son la maldad y la violencia! El camino de los justos es como la luz de un nuevo día: va en aumento hasta brillar en todo su esplendor. Pero el camino de los malvados es oscuro; ¡ni siquiera saben contra qué tropiezan! Atiende a mis palabras, hijo mío; préstales atención. Jamás las pierdas de vista, ¡grábatelas en la mente! Ellas dan vida y salud a todo el que las halla. Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque es fuente de vida. Evita el decir cosas falsas; apártate de la mentira. Mira siempre adelante, mira siempre de frente. Fíjate bien en dónde pones los pies y pisarás siempre terreno firme. No te desvíes de tu camino; evita el andar en malos pasos.
PROVERBIOS 4:10-27 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Escucha, hijo mío, acoge mis palabras, y los años de tu vida aumentarán. Yo te guío por el camino de la sabiduría, te dirijo por sendas de rectitud. Cuando camines, no encontrarás obstáculos; cuando corras, no tropezarás. Aférrate a la instrucción, no la dejes escapar; cuídala bien, porque ella es tu vida. No sigas la senda de los perversos ni vayas por el camino de los malvados. ¡Evita ese camino! ¡No pases por él! ¡Aléjate de allí, y sigue adelante! Los malvados no duermen si no hacen lo malo; pierden el sueño si no hacen que alguien caiga. Su pan es la maldad; su vino, la violencia. La senda de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora: su esplendor va en aumento hasta que el día alcanza su plenitud. Pero el camino de los malvados es como la más densa oscuridad; ¡ni siquiera saben con qué tropiezan! Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. Ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud del cuerpo. Por encima de todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. Aleja de tu boca la perversidad; aparta de tus labios las palabras corruptas. Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti. Endereza las sendas por donde andas; allana todos tus caminos. No te desvíes ni a diestra ni a siniestra; apártate de la maldad.