Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

PROVERBIOS 3:1-25

PROVERBIOS 3:1-25 Reina Valera 2020 (RV2020)

Hijo mío, no te olvides de mi ley, y que tu corazón guarde mis mandamientos, porque muchos días y años de vida y de paz te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad: átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón así obtendrás estima y favor ante los ojos de Dios y de los hombres. Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él hará derechas tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión, sino teme al Señor y apártate del mal, porque esto será medicina para tus músculos y refrigerio para tus huesos. Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros estarán colmados con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto. No menosprecies, hijo mío, el castigo del Señor, no te canses de que él te corrija, porque el Señor al que ama corrige, como el padre al hijo a quien quiere. ¡Dichoso aquel que halla la sabiduría y obtiene la inteligencia, porque su ganancia es más que la ganancia de la plata, sus beneficios más que los del oro fino! Más preciosa es que las piedras preciosas: ¡nada que puedas desear se puede comparar con ella! Larga vida hay en su mano derecha, y en su izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos, y hay paz en todas sus veredas. Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y dichosos son los que la retienen. El Señor fundó la tierra con sabiduría, afirmó los cielos con inteligencia. Con su ciencia se abren los abismos y destilan rocío los cielos. Hijo mío, no se aparten de tu vista estas cosas: guarda la ley y el consejo, que serán fuente de vida para ti y adornarán tu cuello. Entonces andarás por tu camino confiadamente y tu pie no tropezará. Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás y tu sueño será grato. No tendrás temor de un pavor repentino ni de la ruina de los impíos, cuando llegue

PROVERBIOS 3:1-25 La Palabra (versión española) (BLP)

Hijo mío, no olvides mi enseñanza y guarda en tu memoria mis mandatos, pues te prolongarán los días y tendrás años de vida y bienestar. Que el amor y la verdad no se separen de ti: átalos a tu cuello, grábalos en tu corazón; así obtendrás estima y favor ante Dios y ante los hombres. Confía plenamente en el Señor y no te fíes de tu inteligencia. Cuenta con él en todos tus caminos y él dirigirá tus senderos. No presumas de sabio, respeta al Señor y evita el mal; ello dará salud a tu cuerpo y fortaleza a tus huesos. Honra al Señor con tus riquezas, con las primicias de todas tus cosechas: tus graneros se llenarán de trigo y tus bodegas rebosarán de vino. Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor ni te disguste su reprensión, porque el Señor reprende a quien ama, como un padre al hijo preferido. Feliz quien encuentra sabiduría, la persona que adquiere inteligencia: es de más valor que la plata, y más rentable que el oro; es más valiosa que las joyas, ningún placer se le puede comparar. Con su derecha ofrece larga vida, con su izquierda, fama y riqueza. Sus caminos son una delicia, apacibles todas sus sendas. Es árbol de vida para quienes la consiguen, los que la mantienen son felices. El Señor fundó la tierra con sabiduría, fijó los cielos con inteligencia; por su saber las aguas abismales se separan y las nubes gotean rocío. Hijo mío, mantén la discreción y el buen juicio y jamás los pierdas de vista, pues serán fuente de vida para ti y te adornarán como un collar. Así caminarás tranquilo y tus pies no tropezarán. Cuando te acuestes no tendrás miedo y, acostado, tendrás dulces sueños. No temerás el terror imprevisto ni la ruina que sobreviene a los malvados

PROVERBIOS 3:1-25 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

No olvides mis enseñanzas, hijo mío; guarda en tu memoria mis mandamientos y tendrás una vida larga y llena de felicidad. No abandones nunca el amor y la verdad; llévalos contigo como un collar. Grábatelos en la mente, y tendrás el favor y el aprecio de Dios y de los hombres. Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia. Ten presente al Señor en todo lo que hagas y él te llevará por el camino recto. No te creas demasiado sabio; honra al Señor y apártate del mal: ¡ésa es la mejor medicina para fortalecer tu cuerpo! Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas; así se llenarán a reventar tus graneros y tus depósitos de vino. No rechaces, hijo mío, la corrección del Señor ni te disgustes por sus reprensiones; porque a quien el Señor ama, también le corrige, como un padre corrige a su hijo favorito. Dichoso el que halla sabiduría, el que obtiene inteligencia; porque son más provechosas que la plata y rinden mayores beneficios que el oro. La sabiduría vale más que las piedras preciosas; ¡ni aun las cosas más deseables se le pueden comparar! Con la derecha ofrece larga vida, y con la izquierda, riquezas y honores. Seguir sus pasos es muy agradable; andar por sus senderos es vivir en paz. La sabiduría es vida para quien la obtiene; ¡dichosos los que saben retenerla! Con sabiduría e inteligencia afirmó el Señor los cielos y la tierra; con sabiduría hizo que el mar se dividiera y que de las nubes brotara el rocío. Conserva siempre el buen juicio, hijo mío, y no pierdas de vista la discreción, pues serán para ti fuente de vida y te adornarán como un collar. Podrás andar confiado por el camino y jamás tropezarás. Cuando descanses, nada habrás de temer; cuando te acuestes, dormirás tranquilo. No temerás los peligros repentinos ni la ruina que vendrá sobre los malvados

PROVERBIOS 3:1-25 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas; más bien, guarda en tu corazón mis mandamientos. Porque prolongarán tu vida muchos años y te traerán prosperidad. Que nunca te abandonen el amor y la verdad: llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón. Contarás con el favor de Dios y tendrás buena fama entre la gente. Confía en el SEÑOR de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al SEÑOR y huye del mal. Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser. Honra al SEÑOR con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. Así tus graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo. Hijo mío, no desprecies la disciplina del SEÑOR, ni te ofendas por sus reprensiones. Porque el SEÑOR disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido. Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro. Es más valiosa que las piedras preciosas: ¡ni lo más deseable se le puede comparar! Con la mano derecha ofrece larga vida; con la izquierda, honor y riquezas. Sus caminos son placenteros y en sus senderos hay paz. Ella es árbol de vida para quienes la abrazan; ¡dichosos los que la retienen! Con sabiduría afirmó el SEÑOR la tierra, con inteligencia estableció los cielos. Por su conocimiento se separaron las aguas, y las nubes dejaron caer su rocío. Hijo mío, conserva el buen juicio; no pierdas de vista la discreción. Te serán fuente de vida, te adornarán como un collar. Podrás recorrer tranquilo tu camino, y tus pies no tropezarán. Al acostarte, no tendrás temor alguno; te acostarás y dormirás tranquilo. No temerás ningún desastre repentino, ni la desgracia que sobreviene a los impíos.