PROVERBIOS 23:1-18
PROVERBIOS 23:1-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando te sientes a comer con algún notable, mira bien a quién tienes delante. Pon un cuchillo a tu garganta, si tienes mucho apetito. No codicies sus manjares delicados, porque es pan engañoso. No te afanes por hacerte rico: sé prudente y desiste. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, que son nada? Les salen alas como si fueran un águila, y se van volando al cielo. No comas pan con el avaro ni codicies sus manjares, porque así como son sus pensamientos íntimos, tal es él. «Come y bebe», te dirá, pero su corazón no está contigo. Vomitarás el bocado que comiste y habrás malgastado tus suaves palabras. No hables a oídos del necio, porque menospreciará la prudencia de tus razones. No remuevas el lindero antiguo ni entres en la heredad de los huérfanos, porque su defensor es el Dios Fuerte: él abogará por la causa de ellos contra ti. Aplica tu corazón a la enseñanza y tus oídos a las razones sabias. No rehúses corregir al muchacho, porque si lo castigas con vara, no morirá. Castígalo con la vara y librarás su alma del seol. Hijo mío, si tu corazón es sabio, también a mí se me alegrará el corazón, y mis entrañas también se alegrarán cuando tus labios hablen con rectitud. No tenga tu corazón envidia de los pecadores; antes persevera en el temor del Señor en todo tiempo. Porque ciertamente hay un porvenir, y tu esperanza no será frustrada.
PROVERBIOS 23:1-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Si te sientas a comer con un notable, mira bien a quién tienes delante Si eres voraz en demasía, pon un cuchillo en tu garganta y no codicies manjares exquisitos, pues son comida engañosa. No te afanes buscando riqueza, desecha ese pensamiento. Te vuelves para mirarla y ya no hay nada, pues le salen alas de águila y desaparece en las alturas. No compartas la comida del tacaño, ni apetezcas sus exquisitos manjares que son como pelo en la garganta. «¡Come y bebe!», te dice, pero no te es sincero. Vomitarás lo que has comido y habrás malgastado tus amables palabras. No hables a oídos del necio, pues desoirá tus sensatas razones. No desplaces viejas lindes, ni invadas el campo del huérfano, porque su defensor es poderoso y defenderá su causa contra ti. Aplica tu mente a la instrucción y tu oído a la voz de la experiencia. No ahorres corrección al niño: no morirá por azotarlo con la vara. Azótalo, pues, con la vara y salvarás su vida del abismo. Hijo mío, si llegas a ser sabio, también yo me alegraré de corazón; todo mi ser celebrará que tus labios hablen rectamente. No envidies a los pecadores y respeta siempre al Señor, porque así tendrás futuro y tu esperanza no se quebrará.
PROVERBIOS 23:1-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Cuando un gran señor te invite a comer, piensa bien delante de quién te encuentras. Aunque tengas mucha hambre, controla tu apetito; no codicies sus deliciosos manjares, porque te puede estar engañando. No te esfuerces por hacerte rico; deja de preocuparte por eso. Si te fijas bien, verás que no hay riquezas; de pronto se van volando, como águilas, como si les hubieran salido alas. No te sientes a la mesa de un tacaño ni codicies sus deliciosos manjares, que son como un pelo en la garganta: él te invita a comer y beber, pero no lo dice en serio; vomitarás después lo que comiste y de nada te habrán servido tus palabras amables. No hables a oídos del necio, pues se burlará de tus sabias palabras. No cambies de lugar los antiguos linderos ni invadas el terreno de los huérfanos, porque ellos tienen un poderoso libertador que saldrá contra ti en su defensa. Aplica tu mente y tus oídos a la instrucción y los conocimentos. No dejes de corregir al joven, pues unos cuantos azotes no lo matarán; por el contrario, si le corriges, le librarás de la muerte. Cuando alcances la sabiduría, hijo mío, no habrá nadie más feliz que yo; sentiré una profunda alegría al oirte hablar como es debido. No tengas envidia de los pecadores; antes bien, honra siempre al Señor; entonces tendrás un buen fin y tu esperanza jamás será destruida.
PROVERBIOS 23:1-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando te sientes a comer con un gobernante, fíjate bien en lo que tienes ante ti. Si eres dado a la glotonería, domina tu apetito. No codicies sus manjares, pues tal comida no es más que un engaño. No te afanes acumulando riquezas; no te obsesiones con ellas. ¿Acaso has podido verlas? ¡No existen! Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas. No te sientes a la mesa de un tacaño, ni codicies sus manjares, que son como un pelo en la garganta. «Come y bebe», te dirá, pero no te lo dirá de corazón. Acabarás vomitando lo que hayas comido, y tus cumplidos no habrán servido de nada. A oídos del necio jamás dirijas palabra, pues se burlará de tus sabios consejos. No cambies de lugar los linderos antiguos, ni invadas la propiedad de los huérfanos, porque su Defensor es muy poderoso y contra ti defenderá su causa. Aplica tu corazón a la disciplina y tus oídos al conocimiento. No dejes de disciplinar al joven, que de unos cuantos azotes no se morirá. Dale unos buenos azotes, y así lo librarás del sepulcro. Hijo mío, si tu corazón es sabio, también mi corazón se regocijará; en lo íntimo de mi ser me alegraré cuando tus labios hablen con rectitud. No envidies en tu corazón a los pecadores; más bien, muéstrate siempre celoso en el temor del SEÑOR. Cuentas con una esperanza futura, la cual no será destruida.