PROVERBIOS 12:13-19
PROVERBIOS 12:13-19 Reina Valera 2020 (RV2020)
El malvado se enreda en la maldad de sus labios, pero el justo sale con bien de la tribulación. Cada uno se sacia con el bien del fruto de su boca, y recibe el pago que merece la obra de sus manos. Opina el necio que su camino es derecho, pero el sabio obedece el consejo. El necio, al punto da a conocer su ira, pero el prudente no hace caso de la injuria. El que dice la verdad proclama justicia, pero el testigo falso difunde el engaño. Hay personas cuyas palabras son como golpes de espada, pero la lengua de los sabios es medicina. El labio veraz permanece para siempre; la lengua mentirosa, solo por un momento.
PROVERBIOS 12:13-19 La Palabra (versión española) (BLP)
El malvado se enreda en sus propias mentiras, el justo sale airoso del apuro. Cada uno se alimenta de sus palabras y recoge el producto de sus manos. El necio cree que lleva buen camino, el sabio se deja aconsejar. El enfado del necio se percibe al instante, el prudente disimula la afrenta. Quien dice verdad hace brillar la justicia, el testigo falso difunde mentira. Habla el charlatán y da puñaladas, habla el sabio y todo lo sana. Labios veraces se mantienen siempre; lengua mentirosa, solo un instante.
PROVERBIOS 12:13-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El malvado se enreda en sus propias mentiras, pero el justo sale bien del apuro. Cada uno recoge el fruto de lo que dice y recibe el pago de lo que hace. El necio cree que todo lo que hace está bien, pero el sabio escucha los consejos. El necio muestra en seguida su enojo; el prudente pasa por alto la ofensa. El verdadero testigo declara la verdad; el testigo falso afirma mentiras. Hay quienes hieren con sus palabras, pero hablan los sabios y dan alivio. El que dice la verdad permanece para siempre; pero el mentiroso, tan solo un instante.
PROVERBIOS 12:13-19 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En el pecado de sus labios se enreda el malvado, pero el justo sale del aprieto. Cada uno se sacia del fruto de sus labios, y de la obra de sus manos recibe su recompensa. Al necio le parece bien lo que emprende, pero el sabio escucha el consejo. El necio muestra en seguida su enojo, pero el prudente pasa por alto el insulto. El testigo verdadero declara lo que es justo, pero el testigo falso declara falsedades. El charlatán hiere con la lengua como con una espada, pero la lengua del sabio brinda alivio. Los labios sinceros permanecen para siempre, pero la lengua mentirosa dura solo un instante.