PROVERBIOS 10:1-32
PROVERBIOS 10:1-32 Reina Valera 2020 (RV2020)
Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es la tristeza de su madre. Las riquezas deshonestas no aprovechan, pero la justicia libra de la muerte. El Señor no dejará que el justo padezca hambre, mas rechazará la codicia de los malvados. La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece. El que recoge en verano es persona sensata, pero el que duerme en tiempo de la cosecha produce bochorno. Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los malvados encubre violencia. La memoria del justo es bendecida, mas el nombre de los malvados se pudrirá. El de corazón sabio recibe los mandamientos, mas el de labios necios va a su ruina. Quien actúa con rectitud camina seguro, pero el que pervierte sus caminos sufrirá quebranto. El que guiña el ojo acarrea tristeza; el de labios necios será derribado. Manantial de vida es la boca del justo, pero la boca de los malvados oculta violencia. El odio despierta rencillas, pero el amor cubre todas las faltas. En los labios del prudente hay sabiduría, mas la vara es para las espaldas del insensato. Los sabios atesoran sabiduría, mas la boca del necio es una calamidad cercana. Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; la debilidad de los pobres es su pobreza. La obra del justo es para vida; el fruto del malvado es para pecado. Guardar la instrucción es camino que lleva a la vida; el que rechaza la reprensión se extravía. El de labios mentirosos encubre el odio; el que propaga la calumnia es un necio. En las muchas palabras no falta pecado; el que refrena sus labios es prudente. Plata pura es la lengua del justo, mas es nada el corazón de los malvados. Los labios del justo sustentan a muchos, pero los necios mueren por falta de entendimiento. La bendición del Señor es la que enriquece, y nunca viene acompañada de tristeza. Cometer maldad es una diversión para el insensato, mas la sabiduría recrea al inteligente. Lo que el malvado teme, eso le sobrevendrá, pero los justos recibirán lo que desean. El malvado pasa como un torbellino, pero el justo permanece para siempre. Como el vinagre para los dientes y el humo para los ojos, así es el perezoso para quienes lo envían. El temor del Señor aumenta los días, mas los años de los malvados serán acortados. La esperanza de los justos es alegría, mas la esperanza de los malvados perecerá. El camino del Señor es fortaleza para el perfecto, pero destrucción para los que cometen maldad. El justo jamás será removido, pero los malvados no habitarán la tierra. De la boca del justo brota la sabiduría, mas la lengua perversa será cortada. Los labios del justo saben decir lo que agrada, mas la boca de los malvados habla perversidades.
PROVERBIOS 10:1-32 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Dichos de Salomón: El hijo sabio alegra a sus padres; el hijo necio los hace sufrir. Las riquezas mal adquiridas no son de provecho, pero la honradez libra de la muerte. El Señor no deja con hambre al que es bueno, pero impide al malvado calmar su apetito. Poco trabajo, pobreza; mucho trabajo, riqueza. Cosechar en el verano es de sabios; dormirse en la cosecha es de descarados. Sobre el hombre bueno llueven bendiciones, pero al malvado lo ahoga la violencia. Al hombre bueno se le recuerda con bendiciones; al malvado, muy pronto se le olvida. El que es sabio acepta mandatos; el que dice necedades acaba en la ruina. El que nada debe, nada teme; el que mal anda, mal acaba. El que guiña el ojo acarrea grandes males; el que dice necedades acaba en la ruina. Las palabras del justo son fuente de vida, pero al malvado lo ahoga la violencia. El odio provoca peleas, pero el amor perdona todas las faltas. En labios del sabio hay sabiduría; para el imprudente, un garrotazo en la espalda. Los sabios se reservan sus conocimientos, mas cuando los necios hablan, el peligro amenaza. La defensa del rico es su riqueza; la ruina del pobre, su pobreza. La recompensa del justo es la vida; la cosecha del malvado es el pecado. El que atiende la corrección va camino de la vida; el que la desatiende va camino de la perdición. Es de mentirosos disimular el odio, y es de necios divulgar chismes. El que mucho habla, mucho yerra; callar a tiempo es de sabios. Plata fina es la lengua del justo; la mente del malo no vale nada. Los labios del justo instruyen a muchos, pero el necio muere por su imprudencia. La bendición del Señor es riqueza que no trae dolores consigo. El necio goza cometiendo infamias; el sabio goza con la sabiduría. Lo que más teme el malvado, eso le sucede; pero al justo se le cumplen sus deseos. Pasa el huracán y el malvado desaparece; pero el justo permanece para siempre. El perezoso es para quien lo envía como el vinagre para los dientes o el humo para los ojos. Honrar al Señor alarga la vida, pero a los malvados se les acorta. Para los justos, el porvenir es alegre; para los malvados, ruinoso. El Señor protege a los que hacen bien, pero destruye a los que hacen mal. Jamás el justo fracasará, pero el malvado no permanecerá en la tierra. De los labios del justo brota sabiduría, pero al perverso le cortarán la lengua. El justo dice cosas agradables; el malvado, solo cosas perversas.
PROVERBIOS 10:1-32 La Palabra (versión española) (BLP)
Proverbios de Salomón. Hijo sabio, alegría del padre; hijo necio, disgusto de su madre. La riqueza deshonesta no aprovecha, pero la justicia libra de la muerte. El Señor no deja pasar hambre al justo, reprueba la avaricia del malvado. Mano indolente empobrece, manos decididas enriquecen. El prudente cosecha en verano, quien se duerme al cosechar merece el desprecio. Hay bendiciones para la cabeza del justo, la boca del malvado esconde violencia. El recuerdo del justo es bendición, la fama del malvado se apolilla. La persona sensata acepta órdenes, labios alocados llevan a la ruina. Quien actúa con rectitud camina seguro, quien anda con rodeos queda al descubierto. Quien guiña los ojos causa disgustos, quien reprende a la cara favorece la paz. Es fuente de vida la boca del justo, la del malvado esconde violencia. El odio provoca pendencias, el amor oculta las faltas. En labios inteligentes hay sabiduría, una vara para la espalda del insensato. Los sabios atesoran saberes, la boca del necio es ruina inminente. El alcázar del rico es su hacienda; la amenaza del pobre, su pobreza. La recompensa del justo es la vida; la cosecha del malvado, el delito. Quien acepta la corrección camina a la vida, quien desprecia la reprensión se extravía. Labios embusteros esconden odio, quien difunde calumnias es necio. El que mucho habla, mucho yerra; el prudente refrena sus labios. Es plata de ley la lengua del justo, la mente malvada simple ganga. Los labios del justo instruyen a muchos, los necios perecen por falta de seso. La bendición del Señor enriquece sin que nada le añada el esfuerzo. Al necio le divierte urdir intrigas; al inteligente, la sabiduría. Al malvado le sucede lo que teme, al justo se le cumplen sus deseos. Tras la tormenta desaparece el malvado, el justo permanece para siempre. Vinagre a los dientes y humo a los ojos es el perezoso para quien lo envía. El respeto al Señor prolonga la vida, los años del malvado se acortan. El porvenir del justo es alegre, la esperanza del malvado perece. El camino del Señor es refugio para el recto, ruina para los malhechores. El justo siempre se mantendrá firme, los malvados no habitarán la tierra. La boca del justo destila sabiduría, la lengua embustera será extirpada. Los labios del justo procuran placer; la boca del malvado, perversión.
PROVERBIOS 10:1-32 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Proverbios de Salomón: El hijo sabio es la alegría de su padre; el hijo necio es el pesar de su madre. Las riquezas mal adquiridas no sirven de nada, pero la justicia libra de la muerte. El SEÑOR no deja sin comer al justo, pero frustra la avidez de los malvados. Las manos ociosas conducen a la pobreza; las manos hábiles atraen riquezas. El hijo prevenido se abastece en el verano, pero el sinvergüenza duerme en tiempo de cosecha. El justo se ve coronado de bendiciones, pero la boca del malvado encubre violencia. La memoria de los justos es una bendición, pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos. El de sabio corazón acata las órdenes, pero el necio y rezongón va camino al desastre. Quien se conduce con integridad anda seguro; quien anda en malos pasos será descubierto. Quien guiña el ojo con malicia provoca pesar; el necio y rezongón va camino al desastre. Fuente de vida es la boca del justo, pero la boca del malvado encubre violencia. El odio es motivo de disensiones, pero el amor cubre todas las faltas. En los labios del prudente hay sabiduría; en la espalda del falto de juicio, solo garrotazos. El que es sabio atesora el conocimiento, pero la boca del necio es un peligro inminente. La riqueza del rico es su baluarte; la pobreza del pobre es su ruina. El salario del justo es la vida; la ganancia del malvado es el pecado. El que atiende a la corrección va camino a la vida; el que la rechaza se pierde. El de labios mentirosos disimula su odio, y el que propaga calumnias es un necio. El que mucho habla mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua. Plata refinada es la lengua del justo; el corazón del malvado no vale nada. Los labios del justo orientan a muchos; los necios mueren por falta de juicio. La bendición del SEÑOR trae riquezas, y nada se gana con preocuparse. El necio se divierte con su mala conducta, pero el sabio se recrea con la sabiduría. Lo que el malvado teme, eso le ocurre; lo que el justo desea, eso recibe. Pasa la tormenta y desaparece el malvado, pero el justo permanece firme para siempre. Como vinagre a los dientes y humo a los ojos es el perezoso para quienes lo emplean. El temor del SEÑOR prolonga la vida, pero los años del malvado se acortan. El futuro de los justos es halagüeño; la esperanza de los malvados se desvanece. El camino del SEÑOR es refugio de los justos y ruina de los malhechores. Los justos no tropezarán jamás; los malvados no habitarán la tierra. La boca del justo profiere sabiduría, pero la lengua perversa será cercenada. Los labios del justo destilan bondad; de la boca del malvado brota perversidad.