FILIPENSES 2:1-6
FILIPENSES 2:1-6 Reina Valera 2020 (RV2020)
Por tanto, si hay en vosotros algún consuelo en Cristo, si algún estímulo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable y compasivo, llenadme de alegría sintiendo lo mismo, teniendo un mismo amor y siendo uno en espíritu, sintiendo una misma cosa. No hagáis nada por rivalidad o por vanagloria; al contrario, hacedlo con humildad, considerándoos inferiores a los demás. Que no mire cada uno por lo suyo, sino también por lo de los demás. Así que, vosotros sentid esto mismo que Cristo Jesús, quien, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse
FILIPENSES 2:1-6 La Palabra (versión española) (BLP)
Si alguna fuerza tiene una exhortación hecha en nombre de Cristo, si de algo sirve un consejo nacido del amor, si nos une el mismo Espíritu, si alienta en vosotros un corazón entrañable y compasivo, llenadme de alegría teniendo el mismo pensar, alimentando el mismo amor, viviendo en armonía, compartiendo los mismos sentimientos. No hagáis nada por egoísmo o vanagloria; al contrario, sed humildes y considerad que los demás son mejores que vosotros. Que cada uno busque no su propio provecho, sino el de los otros. Comportaos como lo hizo Cristo Jesús, el cual, siendo de condición divina no quiso hacer de ello ostentación
FILIPENSES 2:1-6 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Así que, si Cristo os anima, si el amor os consuela, si participáis del mismo Espíritu, si conocéis el cariño y la compasión, llenadme de alegría viviendo todos en armonía, unidos por un mismo amor, por un mismo espíritu y por un mismo propósito. No hagáis nada por rivalidad u orgullo, sino con humildad; y considere cada uno a los demás como mejores que él mismo. Que nadie busque su propio bien, sino el bien de los otros. Pensad entre vosotros de la misma manera que Cristo Jesús, el cual: Aunque era de naturaleza divina, no se aferró al hecho de ser igual a Dios
FILIPENSES 2:1-6 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Por tanto, si sentís algún estímulo en vuestra unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable, llenadme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. No hagáis nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad considerad a los demás como superiores a vosotros mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás. Vuestra actitud debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse.