FILEMÓN 1:1-11
FILEMÓN 1:1-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, a la amada hermana Apia, a Arquipo, nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. En mis oraciones me acuerdo siempre de ti y doy gracias a Dios al oír hablar de tu amor y tu fe hacia el Señor Jesús y hacia todos los creyentes. Y pido a Dios que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús. Tu amor, hermano mío, me ha llenado de gran gozo y consolación, porque gracias a ti han sido confortados los corazones de los creyentes. Por eso, aunque tengo mucha libertad en Cristo para ordenarte lo que conviene, prefiero rogártelo y apelar a tu amor. Yo, Pablo, ya anciano, y ahora, además, preso por causa de Jesucristo, te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones. Él, en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil.
FILEMÓN 1:1-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Pablo, encarcelado por causa de Cristo, y el hermano Timoteo, a nuestro querido amigo y colaborador Filemón y a toda la iglesia que se reúne en su casa, en especial a la hermana Apia y a Arquipo, compañero nuestro de lucha. Que Dios, nuestro Padre, y Jesucristo, el Señor, os concedan gracia y paz. En mis oraciones me acuerdo siempre de ti y doy gracias a Dios al oír hablar del amor y la fe que profesas a Jesús, el Señor, y a todos los creyentes. ¡Ojalá que esa fe tuya, compartida con nosotros, se vuelva eficaz y llegues así a descubrir todo el bien que podemos hacer por Cristo! Tu amor, hermano, me ha proporcionado mucha alegría y consuelo, pues ha venido a ser bálsamo para el corazón de los creyentes. Por eso, aunque Cristo me concede pleno derecho para darte órdenes sobre lo que debes hacer, prefiero dirigirte un ruego inspirado en el amor. Yo, el anciano Pablo, encarcelado ahora por causa de Cristo Jesús, te hago un ruego en favor de Onésimo, el hijo a quien he engendrado entre cadenas. En otro tiempo te fue inútil; ahora, en cambio, se ha vuelto útil tanto para ti como para mí.
FILEMÓN 1:1-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pablo, preso por causa de Cristo Jesús, y el hermano Timoteo, a Filemón, nuestro querido colaborador, y también a la hermana Apia, y a Arquipo, compañero nuestro en la lucha, así como a la iglesia que se reúne en tu casa. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre vosotros. Siempre doy gracias al acordarme de ti en mis oraciones, porque he tenido noticias del amor y de la fe que profesas al Señor Jesús y a todos los que pertenecen al pueblo santo; y pido a Dios que tu participación en la misma fe te lleve a comprender todo el bien que nosotros podemos hacer por amor a Cristo. Estoy muy contento y animado por tu amor, ya que, gracias a ti, hermano, el corazón de los que pertenecen al pueblo santo ha sido consolado. Por eso, aunque como apóstol de Cristo tengo derecho a ordenarte lo que debes hacer, prefiero rogártelo en nombre del amor. Yo, Pablo, ya anciano y ahora preso por causa de Cristo Jesús, te pido un favor para Onésimo, que aquí en la cárcel ha venido a ser mi hijo en la fe. En otro tiempo, Onésimo fue para ti un esclavo inútil, pero ahora nos es útil tanto a ti como a mí.
FILEMÓN 1:1-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pablo, prisionero de Cristo Jesús, y el hermano Timoteo, a ti, querido Filemón, compañero de trabajo, a la hermana Apia, a Arquipo nuestro compañero de lucha, y a la iglesia que se reúne en tu casa: Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo os concedan gracia y paz. Siempre doy gracias a mi Dios al recordarte en mis oraciones, porque tengo noticias de tu amor y tu fidelidad hacia el Señor Jesús y hacia todos los creyentes. Pido a Dios que el compañerismo que brota de tu fe sea eficaz para la causa de Cristo mediante el reconocimiento de todo lo bueno que compartimos. Hermano, tu amor me ha alegrado y animado mucho, porque has reconfortado el corazón de los santos. Por eso, aunque en Cristo tengo la franqueza suficiente para ordenarte lo que debes hacer, prefiero rogártelo en nombre del amor. Yo, Pablo, ya anciano y ahora, además, prisionero de Cristo Jesús, te suplico por mi hijo Onésimo, quien llegó a ser hijo mío mientras yo estaba preso. En otro tiempo te era inútil, pero ahora nos es útil tanto a ti como a mí.