NÚMEROS 7:66-89
NÚMEROS 7:66-89 Reina Valera 2020 (RV2020)
El décimo día, el príncipe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisadai, presentó su ofrenda: un plato de plata que, según el peso oficial del santuario, pesaba un kilo y medio, y un jarro de plata de tres cuartos de kilo, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de cien gramos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío para la expiación; y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ahiezer hijo de Amisadai. El undécimo día, el príncipe de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán, presentó su ofrenda: un plato de plata que, según el peso oficial del santuario, pesaba un kilo y medio, y un jarro de plata de tres cuartos de kilo, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de cien gramo, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío para la expiación; y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Pagiel hijo de Ocrán. El duodécimo día, el príncipe de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán, presentó su ofrenda: un plato de plata que, según el peso oficial del santuario, pesaba un kilo y medio, y un jarro de plata de tres cuartos de kilo, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de cien gramos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para el holocausto; un macho cabrío para la expiación; y para la ofrenda de paz, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ahira hijo de Enán. Esta fue la ofrenda que los príncipes de Israel presentaron para la dedicación del altar, el día en que fue ungido: doce platos de plata, doce jarros de plata, doce cucharas de oro. Cada plato pesaba un kilo y medio, y cada jarro pesaba tres cuartos de kilo; toda la plata de la vajilla pesaba veintisiete kilos, según el peso oficial del santuario. Las doce cucharas de oro llenas de incienso pesaban cien gramos cada una, según el peso oficial del santuario, y todo el oro de las cucharas pesaba un kilo y doscientos gramos. Todos los bueyes para el holocausto fueron doce becerros; doce los carneros, doce los corderos de un año, con su ofrenda, y doce los machos cabríos para la expiación. Y todos los bueyes de la ofrenda de paz fueron veinticuatro novillos, sesenta los carneros, sesenta los machos cabríos y sesenta los corderos de un año. Esta fue la ofrenda para la dedicación del altar, después de haber sido ungido. Cuando entraba Moisés en el tabernáculo de reunión para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines. Así hablaba con él.
NÚMEROS 7:66-89 La Palabra (versión española) (BLP)
El décimo día fue el turno de Ajiecer, hijo de Amisaday, jefe de los descendientes de Dan. Su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda de cereal; ofreció también una bandeja de oro de diez siclos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto; un macho cabrío como ofrenda de purificación; y para sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ajiezer, hijo de Amisaday. El undécimo día fue el turno de Paguiel, hijo de Ocrán, jefe de los descendientes de Aser. Su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda de cereal; ofreció también una bandeja de oro de diez siclos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto; un macho cabrío como ofrenda de purificación; y para sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Paguiel, hijo de Ocrán. El duodécimo día fue el turno de Ajirá, hijo de Enán, jefe de los descendientes de Neftalí. Su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, según el peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda de cereal; ofreció también una bandeja de oro de diez siclos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto; un macho cabrío como ofrenda de purificación; y para sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ajirá, hijo de Enán. Esta fue la ofrenda que hicieron los jefes de Israel con motivo de la dedicación del altar el día en que este fue consagrado: doce platos de plata, doce jarros de plata, doce bandejas de oro. Cada plato de ciento treinta siclos y cada jarro de setenta siclos; el total de la plata de la vajilla fue de dos mil cuatrocientos siclos, según el peso del siclo del santuario. Las doce bandejas de oro llenas de incienso tenían un valor de diez siclos cada bandeja, según el peso del siclo del santuario; el total del oro de las bandejas fue de ciento veinte siclos. El total de ganado mayor para servir de holocausto fue de doce becerros, doce carneros, doce corderos de un año, con sus respectivas ofrendas de cereal, y doce machos cabríos como ofrenda de purificación. En cuanto al ganado mayor para servir de sacrificio de comunión, el total fue de veinticuatro novillos, sesenta carneros, sesenta machos cabríos y sesenta corderos de un año. Esta fue la ofrenda para la dedicación del altar, una vez que fue consagrado. Cuando Moisés entraba en la Tienda del encuentro para hablar con el Señor, oía la voz que le hablaba por encima de la cubierta de oro que cubría el Arca del testimonio, entre los dos querubines. Y el Señor le hablaba desde allí.
NÚMEROS 7:66-89 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El décimo día llevó su ofrenda Ahiézer, hijo de Amisadai, jefe de la tribu de Dan, y ofrendó lo mismo que los anteriores. El día once llevó su ofrenda Paguiel, hijo de Ocrán, jefe de la tribu de Aser, y ofrendó lo mismo que los anteriores. El día doce llevó su ofrenda Ahirá, hijo de Enán, jefe de la tribu de Neftalí, y ofrendó lo mismo que los anteriores. Así pues, cuando se consagró el altar, los jefes de las tribus de Israel ofrecieron doce bandejas de plata, doce tazones de plata y doce cucharones de oro. Cada bandeja de plata pesaba mil cuatrocientos treinta gramos, y cada tazón, setecientos setenta gramos. En total, la plata de todas las bandejas y de todos los tazones pesaba veintiséis mil cuatrocientos gramos, según el peso oficial del santuario. Había también doce cucharones de oro llenos de incienso, que pesaban ciento diez gramos cada uno, según el peso oficial del santuario. El oro de todos los cucharones pesaba en total mil trescientos veinte gramos. Los animales para el holocausto fueron en total doce becerros, doce carneros, doce corderos de un año, con sus correspondientes ofrendas de cereales, y doce chivos para el sacrificio por el pecado. Los animales para el sacrificio de reconciliación fueron en total veinticuatro becerros, sesenta carneros, sesenta chivos y sesenta corderos de un año. Estas fueron las ofrendas para la dedicación del altar, después de su consagración. Cuando Moisés entró en la tienda del encuentro para hablar con el Señor, oyó que el Señor le hablaba desde encima de la tapa del arca del pacto, de entre los dos seres alados.
NÚMEROS 7:66-89 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El décimo día le tocó presentar su ofrenda a Ajiezer hijo de Amisaday, jefe de la tribu de Dan. Para la ofrenda de cereal, presentó una fuente de plata y un tazón de plata, llenos de flor de harina amasada con aceite. Según la tasación oficial del santuario, la fuente pesaba un kilo y medio, y el tazón pesaba ochocientos gramos. También presentó una bandeja de oro de ciento diez gramos, llena de incienso. Para el holocausto, presentó un novillo, un carnero y un cordero de un año. Para el sacrificio expiatorio, presentó un macho cabrío. Para el sacrificio de comunión, presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ajiezer hijo de Amisaday. El undécimo día le tocó presentar su ofrenda a Paguiel hijo de Ocrán, jefe de la tribu de Aser. Para la ofrenda de cereal, presentó una fuente de plata y un tazón de plata, llenos de flor de harina amasada con aceite. Según la tasación oficial del santuario, la fuente pesaba un kilo y medio, y el tazón pesaba ochocientos gramos. También presentó una bandeja de oro de ciento diez gramos, llena de incienso. Para el holocausto, presentó un novillo, un carnero y un cordero de un año. Para el sacrificio expiatorio, presentó un macho cabrío. Para el sacrificio de comunión, presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Paguiel hijo de Ocrán. El duodécimo día le tocó presentar su ofrenda a Ajirá hijo de Enán, jefe de la tribu de Neftalí. Para la ofrenda de cereal, presentó una fuente de plata y un tazón de plata, llenos de flor de harina amasada con aceite. Según la tasación oficial del santuario, la fuente pesaba un kilo y medio, y el tazón pesaba ochocientos gramos. También presentó una bandeja de oro de ciento diez gramos, llena de incienso. Para el holocausto, presentó un novillo, un carnero y un cordero de un año. Para el sacrificio expiatorio, presentó un macho cabrío. Para el sacrificio de comunión, presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Ajirá hijo de Enán. Las ofrendas de dedicación que los jefes de Israel presentaron cuando se consagró el altar fueron las siguientes: doce fuentes de plata, doce tazones de plata y doce bandejas de oro. Cada fuente de plata pesaba un kilo y medio, y cada tazón, ochocientos gramos. El peso total de los objetos de plata llegaba a veintisiete kilos, según la tasación oficial del santuario. Las doce bandejas de oro llenas de incienso pesaban ciento diez gramos cada una, según la tasación oficial del santuario. El peso total de las bandejas de oro era de un kilo con cuatrocientos gramos. Los animales para el holocausto fueron en total doce novillos, doce carneros, doce corderos de un año y doce machos cabríos para el sacrificio expiatorio, más las ofrendas de cereal. Los animales para el sacrificio de comunión fueron en total veinticuatro bueyes, sesenta carneros, sesenta machos cabríos y sesenta corderos de un año. Estas fueron las ofrendas para la dedicación del altar después de haber sido consagrado. Cuando Moisés entró en la Tienda de reunión para hablar con el SEÑOR, escuchó su voz de entre los dos querubines, desde la cubierta del propiciatorio que estaba sobre el arca del pacto. Así hablaba el SEÑOR con Moisés.