NÚMEROS 32:1-15
NÚMEROS 32:1-15 Reina Valera 2020 (RV2020)
Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una inmensa cantidad de ganado. Vieron la tierra de Jazer y de Galaad, y les pareció el país un lugar apropiado para sus rebaños. Fueron, pues, los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y dijeron a Moisés, al sacerdote Eleazar y a los príncipes de la congregación: —Atarot, Dibón, Jazer, Nimra, Hesbón, Eleale, Sebam, Nebo y Beón, la tierra que el Señor conquistó al llegar la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado. Por tanto —dijeron— si hallamos gracia a tus ojos, pedimos que se nos dé esta tierra en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán. Pero Moisés respondió a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: —¿Irán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí? ¿Por qué desanimáis a los hijos de Israel para que no pasen a la tierra que les ha dado el Señor? Así hicieron vuestros padres, cuando los envié desde Cades-barnea para que vieran la tierra. Subieron hasta el torrente Escol y, después de que vieron el país, desalentaron a los hijos de Israel para que no fueran a la tierra que el Señor les había dado. La ira del Señor se encendió entonces, y juró: «Los hombres que subieron de Egipto, de veinte años para arriba, no verán la tierra que prometí con juramento a Abrahán, Isaac y Jacob, por cuanto no me han sido fieles, excepto Caleb hijo de Jefone, el cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron fieles al Señor». Así la ira del Señor se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes durante cuarenta años por el desierto, hasta que se extinguió toda aquella generación que había obrado mal delante del Señor. Y ahora vosotros, prole de hombres pecadores, ocupáis el lugar de vuestros padres para añadir aún más a la ira del Señor contra Israel. Si os apartáis de él, él volverá otra vez a dejaros en el desierto, y destruiréis a todo este pueblo.
NÚMEROS 32:1-15 La Palabra (versión española) (BLP)
Los rubenitas y los gaditas poseían ganado en gran cantidad. Viendo que la tierra de Jazer y de Galaad era una región apropiada para el ganado, los gaditas y los rubenitas vinieron a Moisés, al sacerdote Eleazar y a los jefes de la comunidad, y les dijeron: —Atarot, Dibón, Jazer, Nimrá, Jesbón, Elalé, Sebán, Nebo y Beón —territorio que el Señor ha conquistado para la comunidad de Israel— es un territorio apropiado para el ganado, y tus siervos tienen ganado. Nos haríais un favor si nos das esta tierra en posesión y no nos haces cruzar el Jordán. Moisés respondió a los gaditas y a los rubenitas: —¿Van a ir vuestros hermanos a la guerra mientras vosotros os quedáis aquí? ¿Por qué desanimáis a los israelitas para que no crucen a la tierra que el Señor les ha dado? Eso es precisamente lo que hicieron vuestros padres, cuando los envié desde Cadés Barnea para que explorasen la tierra: después de llegar hasta el valle de Escol y de hacer un reconocimiento de la tierra, desalentaron a los israelitas para que no entrasen a la tierra que el Señor les había dado. Fue entonces cuando el Señor estalló en cólera y juró: Los mayores de veinte años que salieron de Egipto no verán la tierra que prometí con juramento a Abrahán, Isaac y Jacob, porque no permanecieron leales a mí; ninguno la verá, excepto Caleb, hijo de Jefuné el cenezeo, y Josué, hijo de Nun, que permanecieron leales al Señor. La cólera del Señor estalló contra Israel y durante cuarenta años los hizo andar errantes por el desierto, hasta que desapareció toda la generación que había provocado el enojo del Señor. Y ahora vosotros, estirpe de pecadores, seguís las huellas de vuestros padres, incrementando aún más la cólera del Señor contra Israel. Si os apartáis del Señor, volverá a haceros andar errantes por el desierto, y acarrearéis una gran calamidad a todo este pueblo.
NÚMEROS 32:1-15 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Las tribus de Rubén y Gad tenían muchísimo ganado. Cuando vieron que los territorios de Jazer y Galaad eran muy buenos para la cría de ganado, fueron a ver a Moisés, al sacerdote Eleazar y a los jefes del pueblo, y les dijeron: –Mirad: las regiones de Atarot, Dibón, Jazer, Nimrá, Hesbón, Elalé, Sebam, Nebo y Beón, que el Señor ha conquistado para el pueblo de Israel, son tierras de pasto para el ganado, y lo que tenemos nosotros, tus servidores, es precisamente ganado. Si te parece bien, danos ese territorio a nosotros, y no nos hagas pasar el río Jordán. Pero Moisés les respondió: –¿Queréis vosotros quedaros aquí, mientras vuestros compatriotas van a la guerra? ¿Por qué queréis desanimar a los israelitas para que no pasen al país que el Señor les ha dado? Eso mismo fue lo que hicieron vuestros padres cuando los envié desde Cadés-barnea a explorar aquella región. Llegaron hasta el arroyo de Escol y exploraron la región, y después desanimaron a los israelitas para que no entraran en el país que el Señor les había dado. Por eso la ira del Señor se encendió aquel día, y juró que las personas que habían salido de Egipto y que tenían de veinte años en adelante no verían la tierra que solemnemente había prometido a Abraham, Isaac y Jacob, porque no le siguieron con fidelidad. Solo Caleb, hijo de Jefuné el quenizita, y Josué, hijo de Nun, siguieron fielmente al Señor. La ira del Señor se encendió contra los israelitas, y los hizo vagar por el desierto durante cuarenta años, hasta que no quedó con vida ni uno solo de los que le habían ofendido con sus malas acciones. Y ahora vosotros, hijos de padres pecadores, queréis seguir el ejemplo de vuestros padres, para provocar otra vez la ira del Señor contra Israel. Si vosotros no queréis seguir al Señor, él hará que los israelitas permanezcan más tiempo en el desierto, y vosotros tendréis la culpa de que sean destruidos.
NÚMEROS 32:1-15 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Las tribus de Rubén y Gad, que tenían mucho ganado, se dieron cuenta de que las tierras de Jazer y Galaad eran apropiadas para la ganadería. Así que fueron a decirles a Moisés, al sacerdote Eleazar y a los jefes de la comunidad: ―Las tierras de Atarot, Dibón, Jazer, Nimrá, Hesbón, Elalé, Sebán, Nebo y Beón las conquistó el SEÑOR para el pueblo de Israel, y son apropiadas para la ganadería de tus siervos. Si nos hemos ganado tu favor, permítenos tomar esas tierras como heredad. No nos hagas cruzar el Jordán. Entonces Moisés les dijo a los rubenitas y a los gaditas: ―¿Os parece justo que vuestros hermanos vayan al combate mientras vosotros os quedáis aquí sentados? Los israelitas se han propuesto conquistar la tierra que el SEÑOR les ha dado; ¿no os dais cuenta de que esto los desanimaría? ¡Esto mismo hicieron vuestros padres cuando yo los envié a explorar la tierra de Cades Barnea! Fueron a inspeccionar la tierra en el valle de Escol y, cuando volvieron, desanimaron a los israelitas para que no entraran en la tierra que el SEÑOR les había dado. Ese día el SEÑOR se encendió en ira y juró: “Por no haberme seguido de todo corazón, ninguno de los mayores de veinte años que salieron de Egipto verá la tierra que juré darles a Abraham, Isaac y Jacob. Ninguno de ellos la verá, con la sola excepción de Caleb hijo de Jefone, el quenizita, y Josué hijo de Nun, los cuales me siguieron de todo corazón”. El SEÑOR se encendió en ira contra Israel, y los hizo vagar por el desierto cuarenta años, hasta que murió toda la generación que había pecado. »¡Y ahora vosotros, raza de pecadores, venís en lugar de vuestros padres para aumentar la ira del SEÑOR contra Israel! Si os negáis a seguir al SEÑOR, él volverá a dejar en el desierto a todo este pueblo, y vosotros seréis la causa de su destrucción».