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NÚMEROS 30:3-16

NÚMEROS 30:3-16 La Palabra (versión española) (BLP)

Si alguien hace una promesa al Señor o se impone con juramento una obligación a sí mismo, no quebrantará su palabra, sino que cumplirá aquello a lo que se comprometió. Si una mujer, que es aún joven y reside en la casa de su padre, hace una promesa al Señor, y su padre, conocedor de la promesa y de la obligación que ha asumido, no pone objeción a ello, todas las promesas de la joven serán firmes y los compromisos que haya asumido serán válidos. Pero si, al enterarse de las promesas que ha hecho y de las obligaciones que ha asumido, su padre se opone, entonces ni las promesas hechas ni las obligaciones asumidas serán firmes y el Señor no se lo tendrá en cuenta, por cuanto su padre se opuso. Puede suceder que la joven se case mientras las promesas hechas y las obligaciones asumidas están vigentes; si su marido se entera y no pone objeción, tanto las promesas hechas como las obligaciones asumidas serán firmes. Pero si su marido pone objeción al enterarse, entonces la promesa que hizo y la obligación que asumió la esposa quedarán anuladas y el Señor no se lo tendrá en cuenta. La promesa o cualquier otro compromiso que haya asumido una viuda o repudiada, será firme. Si hizo una promesa o se comprometió con juramento mientras permanecía en casa de su marido sin que este, al enterarse, haya puesto objeción, entonces tanto las promesas hechas como las obligaciones asumidas serán firmes. Pero si su marido, al enterarse, las anuló, entonces todas las promesas salidas de sus labios y todas las obligaciones asumidas serán nulas; el Señor no se lo tendrá en cuenta por cuanto su marido las anuló. Cualquier promesa o juramento por el que la esposa se obligue a ayunar, podrá ser confirmado o anulado por su marido. Si, pasados dos días después de enterarse, su marido no pone objeción, se entiende que ha confirmado todas las promesas hechas y todas las obligaciones asumidas. Pero si las anula pasado un tiempo después de haberse enterado, entonces cargará con la culpa que le correspondía a la esposa.

NÚMEROS 30:3-16 Reina Valera 2020 (RV2020)

Pero cuando una mujer joven, que todavía vive en la casa de su padre, haga un voto al Señor o asuma alguna obligación, si su padre se entera de su voto o de la obligación con que ha ligado su alma, y no dice nada, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación con que haya ligado su alma, firme será. Pero si su padre se lo prohíbe el día en que se entera, ninguno de los votos y las obligaciones con que ella haya ligado su alma será firme. Y el Señor la perdonará, por cuanto su padre se lo prohibió. Si es una mujer casada y hace votos, o pronuncia con sus labios algo con que obligue su alma, y al enterarse su marido no dice nada, los votos de ella serán firmes, y la obligación con que ligó su alma, firme será. Pero si cuando su marido se entera, se lo prohíbe, entonces queda anulado el voto que ella hizo y el compromiso de sus labios con que ligó su alma. Y el Señor la perdonará. Pero todo voto de viuda o repudiada con que ligue su alma, será firme. Si una mujer hace un voto en casa de su marido, y ha ligado su alma con alguna obligación bajo juramento, y al enterarse su marido no dice nada ni se lo prohíbe, entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que haya ligado su alma, firme será. Pero si su marido los anula el día que se entera, todo lo que haya salido de sus labios en cuanto a sus votos y en cuanto a la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y el Señor la perdonará. Todo voto y todo juramento que obligue a afligir el alma, su marido lo confirmará o lo anulará. Pero si su marido calla ante ello, día tras día, entonces confirma todos sus votos y todas las obligaciones que pesan sobre ella; los confirma, por cuanto calló ante ello el día que se enteró. Pero si los anula después de haberse enterado, entonces él cargará con el pecado de ella. Estas son las ordenanzas que el Señor mandó a Moisés entre el marido y su mujer, y entre el padre y la hija que, durante su juventud, todavía vive en la casa paterna.

NÚMEROS 30:3-16 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

“Cuando una mujer joven, que aún depende de su padre, haga una promesa al Señor o se comprometa a algo, si su padre, al enterarse de su promesa o compromiso, no dice nada en contra, estará obligada a cumplir su promesa o compromiso. Pero si su padre, al enterarse, no lo aprueba, entonces ya no estará obligada a cumplir su promesa o compromiso. Puesto que su padre no lo aprueba, el Señor no le exigirá que lo cumpla. “Cuando se trate de una mujer que haya hecho promesas al Señor o haya tomado un compromiso a la ligera, y que luego se case, si su marido, al enterarse, no le dice nada en contra, estará obligada a cumplir sus promesas y sus compromisos. Pero si su marido, al enterarse, no los aprueba, entonces ya no estará obligada a cumplir sus promesas y sus compromisos tomados a la ligera. El Señor no le exigirá que los cumpla. “Si la que hace una promesa es viuda o divorciada, estará obligada a cumplir todos los compromisos que contraiga. “Cuando una mujer casada haga una promesa o se comprometa a algo con juramento hallándose en casa de su marido, si su marido, al enterarse, no dice nada en contra ni desaprueba lo que hace, estará obligada a cumplir sus promesas y compromisos. Pero si su marido, al enterarse, los cancela, ya no estará obligada a cumplirlos, puesto que el marido se los canceló. El Señor no le exigirá que los cumpla. “El marido puede confirmar o cancelar cualquier promesa o juramento que haga su mujer y que la obligue a ayunar. Si él no dice nada en contra, y así pasa uno y otro día, con su silencio confirma todas las promesas o compromisos que ella haya tomado. Si los cancela un tiempo después de haberse enterado, entonces él se hace responsable del incumplimiento de la mujer.” Estas son las leyes que el Señor dio a Moisés sobre las relaciones entre el hombre y su mujer, y entre el padre y su hija cuando esta es joven y aún depende de su padre.

NÚMEROS 30:3-16 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

»Cuando una joven, que todavía viva en casa de su padre, haga un voto al SEÑOR y se comprometa en algo, si su padre se entera de su voto y de su compromiso, pero no le dice nada, entonces ella estará obligada a cumplir con todos sus votos y promesas. Pero, si su padre se entera y no lo aprueba, todos los votos y compromisos que la joven haya hecho quedarán anulados, y el SEÑOR la absolverá porque fue el padre quien los desaprobó. »Si la joven se casa después de haber hecho un voto o una promesa precipitada que la compromete, y su esposo se entera, pero no le dice nada, entonces ella estará obligada a cumplir sus votos y promesas. Pero, si su esposo se entera y no lo aprueba, el voto y la promesa que ella hizo en forma precipitada quedarán anulados, y el SEÑOR la absolverá. »La viuda o divorciada que haga un voto o compromiso estará obligada a cumplirlo. »Cuando una mujer casada haga un voto, o bajo juramento se comprometa en algo, si su esposo se entera, pero se queda callado y no lo desaprueba, entonces ella estará obligada a cumplir todos sus votos y promesas. Pero, si su esposo se entera y los anula, entonces ninguno de los votos o promesas que haya hecho le serán obligatorios, pues su esposo los anuló. El SEÑOR la absolverá. »El esposo tiene la autoridad de confirmar o de anular cualquier voto o juramento de abstinencia que ella haya hecho. En cambio, si los días pasan y el esposo se queda callado, su silencio confirmará todos los votos y compromisos contraídos por ella. El esposo los confirmará por no haber dicho nada cuando se enteró. Pero, si llega a anularlos después de un tiempo de haberse enterado, entonces él cargará con la culpa de su esposa». Estos son los estatutos que el SEÑOR dio a Moisés en cuanto a la relación entre esposo y esposa, y entre el padre y la hija que todavía viva en su casa.