NÚMEROS 14:17-35
NÚMEROS 14:17-35 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Ahora, Señor, ¡deja sentir tu poder! Tú mismo has dicho que eres lento para la ira y grande en amor y que, aunque perdonas la maldad y la rebeldía, jamás dejas impune al culpable, sino que castigas la maldad de los padres en sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. Por tu gran amor, te suplico que perdones la maldad de este pueblo, tal como lo has venido perdonando desde que salió de Egipto». El SEÑOR le respondió: ―Me pides que los perdone, y los perdono. Pero juro por mí mismo, y por mi gloria que llena toda la tierra, que, aunque vieron mi gloria y las maravillas que hice en Egipto y en el desierto, ninguno de los que me desobedecieron y me pusieron a prueba repetidas veces verá jamás la tierra que, bajo juramento, prometí dar a sus padres. ¡Ninguno de los que me despreciaron la verá jamás! En cambio, a mi siervo Caleb, que ha mostrado una actitud diferente y me ha sido fiel, le daré posesión de la tierra que exploró, y su descendencia la heredará. Pero regresad mañana al desierto por la ruta del Mar Rojo, puesto que los amalecitas y los cananeos viven en el valle. El SEÑOR les dijo a Moisés y a Aarón: ―¿Hasta cuándo ha de murmurar contra mí esta perversa comunidad? Ya he escuchado cómo se quejan contra mí los israelitas. Así que diles de parte mía: “Juro por mí mismo que haré que se cumplan vuestros deseos. Los cadáveres de todos vosotros quedarán tirados en este desierto. Ninguno de los censados mayores de veinte años, que murmurasteis contra mí, tomará posesión de la tierra que os prometí. Solo entrarán en ella Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun. También entrarán en la tierra los niños que vosotros dijisteis que serían botín de guerra. Y serán ellos los que gocen de la tierra que vosotros rechazasteis. Pero los cadáveres de todos vosotros quedarán tirados en este desierto. Durante cuarenta años vuestros hijos andarán errantes por el desierto. Cargarán con esta infidelidad, hasta que el último de vosotros caiga muerto en el desierto. La exploración del país duró cuarenta días, así que vosotros sufriréis un año por cada día. Cuarenta años llevaréis a cuestas vuestra maldad, y sabréis lo que es tenerme por enemigo”. Yo soy el SEÑOR, y cumpliré al pie de la letra todo lo que anuncié contra esta perversa comunidad que se atrevió a desafiarme. En este desierto perecerán. ¡Morirán aquí mismo!
NÚMEROS 14:17-35 Reina Valera 2020 (RV2020)
Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificado el poder del Señor, como lo prometiste al decir: «El Señor es tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la maldad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable, pues castiga el pecado de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación». Perdona ahora la maldad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, como lo has venido perdonando desde Egipto hasta aquí. Entonces el Señor dijo: —Yo lo he perdonado, conforme a tu dicho. Pero tan ciertamente como que yo vivo, y que mi gloria llena toda la tierra, que ninguno de los que vieron mi gloria y las señales que hice en Egipto y he hecho en el desierto, los que me han tentado ya diez veces y no han oído mi voz, verá la tierra que juré dar a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá. Pero a mi siervo Caleb, por cuanto lo ha animado otro espíritu y ha decidido ir detrás de mí, yo lo haré entrar en la tierra donde ha estado, y su descendencia la tendrá en posesión. Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle; volveos mañana y salid al desierto, camino del mar Rojo. El Señor dijo a Moisés y a Aarón: —¿Hasta cuándo soportaré a esta depravada multitud que murmura contra mí? Ya he oído las protestas de los hijos de Israel, y cómo se quejan de mí. Diles: Vivo yo, dice el Señor, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros. En este desierto caerán los cadáveres de todos los que fueron censados de entre vosotros, mayores de veinte años y que han murmurado contra mí. A excepción de Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun, ninguno de vosotros entrará en la tierra por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella. Pero a vuestros niños, de quienes dijisteis que se convertirían en botín de guerra, yo los llevaré a esa tierra, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis. En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto. Vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y cargarán con vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. Conforme al número de los días, de los cuarenta días que empleasteis en reconocer la tierra, cargaréis con vuestras iniquidades: cuarenta años, un año por cada día. Así conoceréis mi castigo. Yo, el Señor, he hablado. Así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí. En este desierto serán consumidos, y ahí morirán.
NÚMEROS 14:17-35 La Palabra (versión española) (BLP)
Ahora, pues, Señor mío, te ruego que hagas honor a tu fortaleza, como tú mismo lo prometiste al decir: «El Señor es tardo para la ira y abundante en misericordia; el Señor perdona la iniquidad y la rebelión, pero no las deja impunes, sino que castiga la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación». Te ruego, pues, que perdones la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y según has venido haciendo desde que lo sacaste de Egipto hasta el presente. Entonces el Señor dijo: —Los perdono conforme a tu petición. Sin embargo, juro por mi vida y por mi gloria, que llena toda la tierra, que ninguno de los que vieron mi gloria y los prodigios que hice en Egipto y en el desierto, ninguno de los que me han puesto a prueba tantas veces y se han negado a escuchar mi voz, entrará en la tierra que prometí con juramento a sus antepasados; ninguno de los que me han irritado la verá. Solo a mi siervo Caleb, por cuanto tuvo una actitud diferente y permaneció leal a mí, lo llevaré a la tierra que ya recorrió y que su descendencia poseerá. Y como los amalecitas y los cananeos habitan en el valle, dad media vuelta y mañana mismo partid para el desierto, camino del mar de las Cañas. El Señor se dirigió a Moisés y a Aarón y les dijo: —He oído las murmuraciones de los israelitas que se quejan de mí. ¿Por cuánto tiempo más murmurará contra mí esta depravada comunidad? Diles, por tanto: «Esto es lo que dice el Señor: Juro por mi vida que os trataré conforme a vuestras murmuraciones. En este desierto caerán vuestros cadáveres. De todos los que fueron censados de entre vosotros, mayores de veinte años y que han murmurado contra mí, ninguno entrará en la tierra en la que juré solemnemente estableceros; con la única excepción de Caleb, hijo de Jefuné, y de Josué, hijo de Nun. A vuestros hijos pequeños, de quienes dijisteis que serían botín del enemigo, sí les permitiré entrar; ellos conocerán la tierra que vosotros habéis rechazado. Así pues, vuestros cadáveres caerán en este desierto y vuestros hijos vagarán por él como nómadas durante cuarenta años, sufriendo el castigo de vuestra infidelidad, hasta que el último de vuestros cadáveres se consuma en el desierto. Cargaréis con las consecuencias de vuestra culpa durante cuarenta años, conforme al número de los cuarenta días que estuvisteis explorando la tierra, un año por cada día; así sabréis lo que significa enfrentaros a mí». Yo, el Señor, he hablado; así trataré a toda esta multitud perversa que se ha confabulado contra mí: en este desierto serán aniquilados.
NÚMEROS 14:17-35 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Por eso, Señor, muestra ahora tu gran poder, tal como lo has prometido. Tú has dicho que no te irritas fácilmente, que es muy grande tu amor y que perdonas la maldad y la rebeldía, aunque no dejas sin castigo al culpable, sino que castigas la maldad de los padres en los hijos, los nietos, los bisnietos y los tataranietos. Puesto que tu amor es tan grande, perdónale a este pueblo su maldad, ya que has tenido paciencia con ellos desde Egipto hasta este lugar. El Señor respondió: –Bien, yo los perdono, tal como me lo pides. Pero, eso sí, tan cierto como que yo vivo y que mi gloria llena toda la tierra, ninguno de los que han visto mi gloria y los milagros que hice en Egipto y en el desierto, y que me han puesto a prueba una y otra vez en el desierto y no han querido obedecer mis órdenes, ninguno de ellos verá la tierra que prometí a sus antepasados. Ninguno de los que me han menospreciado la verá. Solamente mi siervo Caleb ha tenido un espíritu diferente y me ha obedecido fielmente. Por eso, a él sí le dejaré entrar en el país que fue a explorar, y sus descendientes se establecerán allí. (Los amalecitas y los cananeos viven en la llanura.) En cuanto a vosotros, dad la vuelta mañana y seguid por el desierto en dirección al mar Rojo. El Señor se dirigió a Moisés y Aarón, y les dijo: –¿Hasta cuándo voy a tener que soportar las habladurías de estos malvados israelitas? Ya les he oído hablar mal de mí. Pues ve a decirles de mi parte: ‘Yo, el Señor, juro por mi vida que voy a hacer que os suceda lo mismo que os he oído decir. Todos los mayores de veinte años que fueron registrados en el censo y que han hablado mal de mí, morirán, y sus cadáveres quedarán tendidos en este desierto. A excepción de Caleb y de Josué, ninguno de vosotros entrará en la tierra donde solemnemente os prometí que iba a estableceros. En cambio, a vuestros hijos, de quienes decíais que iban a caer en poder de vuestros enemigos, los llevaré al país que vosotros habéis despreciado, para que ellos lo disfruten. Vuestros cadáveres quedarán tendidos en este desierto, en el que vuestros hijos vivirán como pastores durante cuarenta años. De este modo, ellos pagarán por vuestra infidelidad, hasta que todos muráis aquí en el desierto. Cuarenta días estuvisteis explorando el país; pues cuarenta años estaréis pagando vuestro castigo: un año por cada día. Así sabréis lo que es ponerse en contra mía.’ Yo, el Señor, lo afirmo: Así voy a tratar a este pueblo perverso que se ha unido contra mí. En este desierto encontrarán su fin; aquí morirán.
NÚMEROS 14:17-35 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Ahora, Señor, ¡deja sentir tu poder! Tú mismo has dicho que eres lento para la ira y grande en amor y que, aunque perdonas la maldad y la rebeldía, jamás dejas impune al culpable, sino que castigas la maldad de los padres en sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. Por tu gran amor, te suplico que perdones la maldad de este pueblo, tal como lo has venido perdonando desde que salió de Egipto». El SEÑOR le respondió: ―Me pides que los perdone, y los perdono. Pero juro por mí mismo, y por mi gloria que llena toda la tierra, que, aunque vieron mi gloria y las maravillas que hice en Egipto y en el desierto, ninguno de los que me desobedecieron y me pusieron a prueba repetidas veces verá jamás la tierra que, bajo juramento, prometí dar a sus padres. ¡Ninguno de los que me despreciaron la verá jamás! En cambio, a mi siervo Caleb, que ha mostrado una actitud diferente y me ha sido fiel, le daré posesión de la tierra que exploró, y su descendencia la heredará. Pero regresad mañana al desierto por la ruta del Mar Rojo, puesto que los amalecitas y los cananeos viven en el valle. El SEÑOR les dijo a Moisés y a Aarón: ―¿Hasta cuándo ha de murmurar contra mí esta perversa comunidad? Ya he escuchado cómo se quejan contra mí los israelitas. Así que diles de parte mía: “Juro por mí mismo que haré que se cumplan vuestros deseos. Los cadáveres de todos vosotros quedarán tirados en este desierto. Ninguno de los censados mayores de veinte años, que murmurasteis contra mí, tomará posesión de la tierra que os prometí. Solo entrarán en ella Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun. También entrarán en la tierra los niños que vosotros dijisteis que serían botín de guerra. Y serán ellos los que gocen de la tierra que vosotros rechazasteis. Pero los cadáveres de todos vosotros quedarán tirados en este desierto. Durante cuarenta años vuestros hijos andarán errantes por el desierto. Cargarán con esta infidelidad, hasta que el último de vosotros caiga muerto en el desierto. La exploración del país duró cuarenta días, así que vosotros sufriréis un año por cada día. Cuarenta años llevaréis a cuestas vuestra maldad, y sabréis lo que es tenerme por enemigo”. Yo soy el SEÑOR, y cumpliré al pie de la letra todo lo que anuncié contra esta perversa comunidad que se atrevió a desafiarme. En este desierto perecerán. ¡Morirán aquí mismo!