NÚMEROS 11:1-6
NÚMEROS 11:1-6 Reina Valera 2020 (RV2020)
Aconteció que el pueblo se quejó a oídos del Señor; lo oyó el Señor y ardió su ira. Se encendió entre ellos un fuego del Señor que consumió uno de los extremos del campamento. El pueblo clamó a Moisés, y este oró al Señor. Entonces el fuego se extinguió. Por eso llamaron a aquel lugar Tabera, porque el fuego del Señor se había encendido entre ellos. La gente extranjera que se había mezclado con ellos se dejó llevar por las ansias de comida, y los hijos de Israel también volvieron a sus llantos, pues decían: —¡Quién nos diera de comer carne! Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos. ¡Ahora nuestra alma se seca, pues nada sino este maná ven nuestros ojos!
NÚMEROS 11:1-6 La Palabra (versión española) (BLP)
El pueblo se quejó con acritud ante el Señor. El Señor lo oyó y, ardiendo en cólera, encendió contra ellos su fuego que devoró uno de los flancos del campamento. Entonces el pueblo clamó a Moisés que oró al Señor, y el fuego se extinguió. Y ese lugar se llamó Taberá porque el fuego del Señor se encendió contra ellos. La gente extraña que se había mezclado con los israelitas sintió ansia de comer, y los propios israelitas lloraban diciendo: —¿Quién nos proporcionará carne para comer? ¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos gratis en Egipto, así como de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos! Pero ahora nuestras gargantas están secas, pues solo disponemos de este maná.
NÚMEROS 11:1-6 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Un día los israelitas comenzaron a murmurar contra el Señor a causa de las dificultades por las que estaban pasando. Al oirlos, el Señor se llenó de ira y les envió un fuego que incendió los alrededores del campamento. El pueblo gritó pidiendo ayuda a Moisés, y Moisés rogó al Señor por ellos. Entonces el fuego se apagó. Por eso aquel lugar se llamó Taberá, porque allí el fuego del Señor ardió contra ellos. Entre los israelitas se había mezclado gente de toda clase, que solo pensaba en comer. Y los israelitas, dejándose llevar por ellos, se pusieron a llorar y a decir: “¡Ojalá tuviéramos carne para comer! ¡Cómo nos viene a la memoria el pescado que comíamos de balde en Egipto! Y también comíamos pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos. Pero ahora nos estamos muriendo de hambre y no se ve otra cosa que maná.”
NÚMEROS 11:1-6 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Un día, el pueblo se quejó de las penalidades que estaba sufriendo. Al oírlos el SEÑOR, ardió en ira y su fuego consumió los alrededores del campamento. Entonces el pueblo clamó a Moisés, y este oró al SEÑOR por ellos y el fuego se apagó. Por eso aquel lugar llegó a ser conocido como Taberá, pues el fuego del SEÑOR ardió entre ellos. Al populacho que iba con ellos le vino un apetito voraz. Y también los israelitas volvieron a llorar, y dijeron: «¡Quién nos diera carne! ¡Cómo echamos de menos el pescado que comíamos gratis en Egipto! ¡También comíamos pepinos y melones, y puerros, cebollas y ajos! Pero ahora tenemos reseca la garganta; ¡y no vemos nada que no sea este maná!»